Detienen por segunda vez en dos meses a dos personas con orden de alejamiento mutua

La llamada de una vecina, que llevaba percibiendo ruidos durante toda la noche en la vivienda de Andrés Felipe, escuchó «varios gritos de una mujer y fuertes golpes». Unos gritos que varios agentes de la Policía Municipal, tras personarse en el domicilio, también oyeron, pero que cesaron en el momento en que timbraron en el piso, aunque ninguno de los que se encontraba en el interior abrió la puerta.

El intento por acceder al domicilio, al notar la presencia de alguien en la vivienda, duró varios minutos por parte de los policías, quienes decidieron ponerse en contacto con la sala de operaciones para conocer al morador o moradores (Andrés Felipe M. A.). Unas pesquisas que también alertaron al servicio de atención de violencia de género, que certificó los antecedentes previos de violencia de género de este hombre de 26 años. Asimismo, a la par que solicitaban el acceso a la vivienda, los policías intentaban contactar vía telefónica con Andrés Felipe, sin hallar respuesta.

En esos momentos de espera, otro vecino del número 29 salió de su vivienda y ratificó la versión de la otra vecina al confirmar que también había escuchado «gritos de una mujer» durante la noche. Ante todos estos testimonios, la Policía se puso en contacto con el Juzgado de Instrucción Número 3 (de guardia este domingo), así como con el Servicio de Extinción de Incendios con la intención de acceder a la vivienda de donde provenían esos gritos.

La llegada de los bomberos, y sus advertencias para entrar en el domicilio, tampoco logró que los ocupantes de la casa abrieran la puerta, por lo que estos, con una radiografía, consiguieron entrar, aunque fue precisamente Andrés Felipe quien empujaba desde el otro lado para intentar frenar el acceso.

Finalmente, el varón fue reducido por los agentes, que detuvieron a las dos personas. Por su parte, la mujer, que afirmó haber mantenido una discusión sin agresión, aseguró que no querían abrir la puerta «al ser conscientes de que estaban incumpliendo la orden de alejamiento y al haber consumido durante toda la noche bebidas alcohólicas y drogas».

Ambos detenidos fueron derivados a un centro de salud de la capital al declarar el hombre que había sufrido arañazos y un mordisco en un pectoral. Por su parte, Allison, en los calabozos, mostró «una actitud violenta al insultar a varios agentes».