Urgente Se fuga un preso de la cárcel de Valladolid
Un fotograma de la agresión en la calle Ruiz Hernández a finales de noviembre. El Norte

Valladolid

El detenido por la paliza de Ruiz Hernández acumula innumerables antecedentes por violencia de género

Suma agresiones, vejaciones y quebrantamiento de condenas sobre su expareja desde hace más de un decenio

Álvaro Muñoz

Valladolid

Jueves, 13 de febrero 2025, 19:53

Innumerables agresiones, vejaciones y quebrantamientos de condena acumula en su historial penal A. G. M., el hombre de 49 años que recientemente ha sido detenido ... por la Brigada Provincial de Información de la Policía Nacional por un delito de lesiones graves tras dar una brutal paliza a M. K. en la calle Ruiz Hernández de la capital a finales de noviembre. La investigación partió de la grabación de los hechos desde un edificio próximo, si bien en el radar de los agentes siempre ha estado presente el presunto agresor al sumar decenas de delitos de violencia de género cometidos sobre su expareja. Sobre todo en el último decenio.

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Han sido dos meses de pesquisas después de que A. G. M., de forma sorpresiva apunta la Policía Nacional, supuestamente propinara golpes de toda índole a la víctima, que sufrió fracturas de tabique nasal, de pared medial del seno maxilar y del suelo de la órbita izquierda, además de hematoma de partes blandas occipital y perinasal. Todo ello, a tenor de las imágenes, después de que «le vacilara por pedirle un cigarro».

Un parte médico que se asemeja a otros que hace años presentó su exnovia tras agresiones que, en algunos casos, mandaban a prisión al presunto agresor de Ruiz Hernández. Pese a estar condenado con órdenes de alejamiento y a prohibir comunicarse con su ex, este las ha quebrantado continuamente.

De manera continuada sucedieron esas situaciones en el inicio de 2020. Fueron varios los mensajes por Whatsapp que envió a su ex en los que la llamaba «puta y una hija de puta», que la iba a «machacar la vida siempre» y que «la próxima vez la iba a dar más fuerte». Diez días después de esas amenazas se trasladó hasta un bar que la mujer frecuentaba para asomarse a su interior y «pasarse el dedo por el cuello de lado a lado».

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La situación se complicó jornadas después. Según las sentencias del Juzgado de lo Penal número 1 de Valladolid, A. G. M. visitaba establecimientos a los que acudía su expareja. Los insultos prosiguieron y el 7 de febrero de 2020 llegó una nueva agresión física. Cogió con fuerza el brazo de su ex para que le desbloqueara del Whatsapp. Ella le reprochó que si «esto no iba a acabar nunca y si no iba a cesar en su empeño». La reacción de él fue darle un tortazo. La retuvo, pero pudo zafarse y el agresor se fue.

El arrestado porta un dispositivo de seguimiento para estar geolocalizado

Fue condenado por varios delitos, muchos de ellos relacionados en el ámbito de la violencia sobre la mujer, y hasta se le instaló un dispositivo de seguimiento para estar geolocalizado. Un artilugio que a día hoy sigue pegado a su cuerpo. Desde ese 2020 los episodios contra su ex no han mermado, lo que derivaban en visitas continuas al juzgado por quebrantamiento de condena. De hecho, la próxima que tiene fijada es para el 15 de mayo.

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En la reciente agresión en la calle Ruiz Hernández, A. G. M. se autodefine como boxeador. Con ese pretexto golpeó en varias ocasiones a M. K. Algunas de ellas en zonas potencialmente peligrosas y que dejaron al joven inconsciente y con varias heridas abiertas.

El relato de esa noche lo continuó la víctima, un joven de origen turco que se encuentra en Valladolid para preparar un máster de Filosofía en la Universidad de Valladolid. «Me abordó por detrás y me dio un fuerte golpe que hizo que las gafas cayesen al suelo, eso sumado a los fuertes golpes y las patadas que me dio, que me hicieron perder el conocimiento e impidieron que lo reconociera cuando fui citado por la policía, que me enseñó su rostro», relataba.

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Ahora, en cambio, tiene miedo de salir a la calle y encontrársele después de que quedara en libertad con cargos. Su cara, ahora sí, la tiene grabada.

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