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El presidente de la asociación de vecinos San Gil-Arcas Reales, Miguel Ángel Ferradas, señala los nuevos edificios en construcción. Iván Tomé

Valladolid

El despegue de Arcas Reales llevará el bus al nuevo barrio dos décadas después de aprobarse

El plan parcial, autorizado definitivamente en 2004, completa su trama tras resucitar del duro golpe que sufrió con la crisis del ladrillo

J. Asua

Valladolid

Sábado, 31 de agosto 2024, 08:19

De cimientos abandonados y edificios en esqueleto, cuando la crisis del ladrillo sacudió con toda su fuerza al sector, se ha pasado a un barrio atractivo, aún desconocido para muchos, que ya toma cuerpo y en el que grúas y obreros trabajan a pleno rendimiento ... para completar su trama. Veinte años después de su aprobación definitiva (publicada en el BOP en noviembre de 2004), el plan parcial de las Arcas Reales -el denominado sector 34- se consolida como uno de los desarrollos residenciales en auge al sur de la ciudad. Hasta el punto de que el Ayuntamiento de Valladolid ya ha dado su visto bueno para que el autobús haga escala en la zona para atender a los vecinos que viven en estas 27 hectáreas de suelo con capacidad para 1.176 viviendas, según recoge su planeamiento.

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En principio será la línea H, que une El Corte Inglés de Zorrilla con el Hospital Río Hortega, la que desde el próximo mes de septiembre dará servicio a sus habitantes con una parada frente a uno de los laterales de la factoría de Quesos Entrepinares, según avanza el presidente de la Asociación de Vecinos San Gil-Arcas Reales, Miguel Ángel Ferradas. Y es que hasta ahora los que estrenaron los primeros bloques de nueva factura se han tenido que apañar con sus coches o desplazándose hasta las marquesinas de las líneas C1 y C2 que se ubican en el Centro Madrid, muy apartadas de estos edificios, cuyas viviendas han sido adquiridas por familias con niños, principalmente. «Desde hace dos años esto está creciendo mucho y rápido y también se está produciendo un relevo generacional en la zona antigua, donde está llegando gente joven que está o bien arreglando las casas molineras o construyendo nuevas», explica el presidente.

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Delimitada por el polígono de Argales, la Carretera de la Madrid y la avenida de Zamora, esta gran pieza de terreno es, sin embargo, un espacio tranquilo en el que no interfiere el ruido del tráfico de las arterias que lo rodean ni la actividad industrial y que cuenta con el atractivo del parque lineal de las arcas reales, que le dan su nombre. En este momento, hay dos nuevas promociones en marcha: Dama Residencial y Residencial Narcea, ambas en la vertiente que cierra este suelo por la ronda interior. Y van a llegar más. «Ya están metiendo material y haciendo prospecciones en los solares que todavía vacíos, ahora estará al 60%», estima Ferradas.

De las que están en marcha, Dama, con 46 pisos -30 ya vendidos- se entregará el próximo verano. Sus precios oscilan entre los 180.000 (70 metros y dos dormitorios) y los 205.000 euros (90 y tres), garaje y trastero incluido. Juan Luis Blanco, gerente de Vallenova, la empresa comercializadora, confirma el interés que está despertando este barrio, que «costó sacar adelante» tras la explosión de la burbuja, pero cuyo desarrollo está cogiendo una velocidad relevante.

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Los precios están más contenidos que en otras áreas nuevas del sur, aunque comienza a notarse un repunte destacado. Según recoge Idealista, el precio del metro cuadrado en este barrio y en Pinar de Jalón se sitúa en 1.909 euros, lo que supone un incremento del 23,1% en el último año, el más alto de los registrados en la capital. La tipología de las edificaciones, con amplias parcelas comunes con piscinas, pistas de pádel o juegos infantiles, atrae a hogares de gente joven con descendencia. En su parte alta, sobre el parque de las arcas, también se han levantado dos hileras de casas unifamiliares.

Que Arcas Reales pita se avala también con los datos de Residencial Narcea. De sus 62 pisos, que se entregarán en el segundo trimestre de 2025, el 65% ya tiene propietario. Aquí los precios oscilan entre los 165.000 y los 183.000 euros, garaje y trastero incluido, y con el mismo modelo de una gran parcela con servicios deportivos y de ocio para los residentes. «El cambio que está dando la zona es importante, es un espacio tranquilo y muy bien comunicado», apunta Luis González, de Metro Inmobiliaria, que comercializa los suelos y viviendas que el Grupo Parrado tiene en el sector 34. González confirma que esta compañía local tiene intención de seguir construyendo dada la buena acogida que se registra.

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En la asociación de vecinos, en la que hay inscritas un total de 97 familias y que tiene intención de extenderse hacia Ciudad de la Comunicación, se muestran satisfechos con esta resurrección de un plan urbanístico que esta regenerando la zona. Entre los pocos 'peros' que pone su presidente, destaca la necesidad de reforzar la vigilancia en lo que se podría denominar con el 'casco antiguo' del barrio, el área de casas molineras y unifamiliares de la calle Arca Real desde el paso a nivel de Ariza hacia Argales. «Hay algunas vacías y ya hemos evitado hasta tres intentos de okupación, lo bueno es que aquí nos conocemos todos y entre los vecinos hemos logrado contenerlo», explica. En esta zona, apunta, también sería conveniente la reurbanización de las aceras, algunas muy estrechas y dañadas, aunque en el Ayuntamiento ya les han comunicado que mientras no se renueve el caserío y se retranqueen las fachadas esa obra no se puede acometer.

En la zona nueva, el mantenimiento es «bueno en general», aunque, como ha pasado con todos los barrios de nueva factura desde principios de la década de los 2000, el empeño de la Administración Local por seguir plantando plátanos de sombra en las calles ha levantado alcorques y aceras, lo que obliga a continuas reparaciones en el viario para evitar tropezones. Los vecinos también han solicitado a la Confederación Hidrográfica del Duero que adecente el trazado de la acequia de Valladolid, ahora poblado de maleza, que discurre por la calle Zarzamora, en la zona antigua del barrio.

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Respecto al comercio, la tipología edificatoria no contempla bajos comerciales. Tan solo en la plaza del área nueva, cuyas calles reciben el nombre de Arca 1, 2, 3... y así hasta 11, con la excepción de su arteria central que lleva el nombre de Viaje de Aguas, hay dos bares abiertos, el Papúa y el Nativo, que han dado «mucha vida» y atraen a clientes de otras zonas de la ciudad. «En la plaza queda solo un local vacío y no estaría mal que se instalara una tienda-panadería o algo así», apunta Ferradas. No obstante, el vecindario cuenta con tres grandes supermercados en el entorno más cercano: el Gadis de la avenida de Zamora, el Mercadona de la antigua Seat y el Alimerka de Argales.

En Arcas Reales esperan ahora una operación que mejorará mucho la calidad de vida del barrio: el desmontaje definitivo de la vía de Ariza por la que Renault mueve sus trenes de carga hasta la estación de Campo Grande. Primero, porque se liberarán del ruido de las largas composiciones ferroviarias que transportan coches y piezas. Segundo, porque dará continuidad a una calle ahora cortada al tráfico que permitiría su empalme con el Paseo de Juan Carlos I. Tercero, porque abrirá un gran bulevar, sin el paso a nivel, que llegará hasta Arco de Ladrillo para acceder de inmediato al centro desde la calle Puente Colgante. Este hito está más cerca con la conexión de la factoría automovilística a la variante este de mercancías. Está previsto que se produzca en el primer trimestre de 2025.

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