Valladolid

Desahucio en un bar de copas de San Miguel por una deuda de 23.400 euros

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Los propietarios de este local, que lleva en funcionamiento como bar de copas desde la década de los 90 con diferentes nombres -Desigual, Baobab o Danzatoria, entre otros...-, han logrado recuperarlo después de que el contrato, que está a nombre de ella y del que fuera su pareja y que se firmó en 2018, venciera el pasado 24 de diciembre. Desde entonces, la mujer ha seguido explotándolo hasta este pasado sábado, a pesar de saber que se iba a proceder al desalojo.

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El que fue su socio en el negocio, por su parte, asegura que él no tiene ninguna responsabilidad en la deuda, ya que la sociedad que tuvieron a medias con otro pub en la calle Paraíso se disolvió en 2022. Cada uno se quedó con un bar. Él con el de Paraíso y ella con el Shots. Así, considera que estaría exento de pagar y subraya que el propietario debería haber modificado el contrato y dejarlo solo a nombre de su expareja. La propiedad, sin embargo, estima que los dos son responsables, ya que el contrato está rubricado por ambos. Sea como fuere, este contencioso se resolverá en un juicio en el que cada uno aportará sus pruebas.

Fue en 2023 cuando comenzaron los problemas con los pagos. La renta, de 1.500 euros mensuales, no se abonaba íntegra o se hacía con retraso hasta que finalmente el pasado verano se dejó de ingresar por completo. La deuda acumulada asciende a esos 23.400 euros. «Hemos dado muchas oportunidades, fijamos un plan de pagos para que pudiera ir asumiendo el alquiler, pero nada, aún así ella quería renovar el contrato y por supuesto nos negamos», relata el hijo del dueño, quien subraya que siempre se han portado bien con los inquilinos, con una rebaja importante del precio en los momentos más duros de la pandemia.

Cuando la comisión judicial y la propiedad han accedido al espacio se han encontrado algunos daños, en principio menores, producidos por la retirada de algunos elementos, como unos paneles decorativos o las luces del techo. «Esperemos que no haya afectado a la insonorización del local, que es lo más importante», confiaban. Fue este martes cuando la hostelera y algunos acompañantes retiraron del bar este material, así como el cartel colocado a la entrada con el nombre de Chupitería Shots. La intención es sacarlo de nuevo al alquiler.