La demolición del Hotel Roma dará paso a un alojamiento nuevo con 47 habitaciones

Según consta en el acuerdo municipal, es necesario realizar algunos ajustes en materia de protección contra incendios y de instalaciones de energía, cuestiones menores, que, según el promotor, ya se están subsanando en coordinación con los servicios municipales para presentar la nueva documentación con el objetivo de recibir la autorización definitiva la próxima primavera. No obstante, será necesaria la solicitud de una nueva licencia, ya que este procedimiento se da por concluido.

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El proyecto contempla el derribo del actual inmueble, de 1910 y que no cuenta con protección en el Plan General de Ordenación Urbana, para construir un edificio de nueva planta con cuatro alturas y dos sótanos, que seguirá las prescripciones de la normativa vigente para el caso histórico. Su reconocible fachada en blanco, que no está catalogada, desaparecerá para dar paso a un nuevo diseño arquitectónico, pendiente todavía de recibir el visto bueno del Consistorio.

El futuro alojamiento de cuatro estrellas ganará en capacidad, ya que contaba con 35 habitaciones (serán 47), 19 de ellas en un inmueble contiguo, que se ha desvinculado del edificio principal. Esta última finca, de 990 metros cuadrados, se ofrece en alquiler para negocios hosteleros o para un uso residencial-colectivo, en el que cabrían también apartamentos turísticos.

Además, está previsto que el Roma cuente con cafetería, un restaurante y un área de gimnasio para los clientes. Las plazas de aparcamiento seguirán ofreciéndose en el garaje subterráneo del complejo de Las Francesas. El plazo de ejecución de la obra es de dos años, con lo que no estará en funcionamiento antes de 2025.

El hotel lleva cerrado desde junio de 2022 cuando la propiedad apostó por acometer una renovación completa de su oferta para modernizar las instalaciones y ofrecer mejores prestaciones a los clientes. El Roma, es junto con el Imperial, situado en la calle del Peso, el hotel más antiguo de la ciudad. Abrió sus puertas a principios del siglo XX y la actual propiedad lo adquirió en 1921. Durante su larga historia ha sido objeto de diferentes remodelaciones. Ahora da un paso más allá. Aunque mantendrá su nombre, el alojamiento estrenará una nueva construcción para dar respuesta a las demandas de los huéspedes del siglo XXI.