La demanda para instalar placas solares se acelera con listas de espera de tres meses en Valladolid

Comunidades de vecinos e industrias están detrás de la febril expansión de este tipo de dispositivos que operan como la principal alternativa para hacer frente al inasumible coste de la energía. «Estamos dando plazos más largos para colocar placas solares y hay problemas para encontrar mano de obra especializada», explica María Jesús Jiménez, responsable del Clúster de Energías Renovables y Soluciones Energéticas de Castilla y León.

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La sangría económica provodada por los precios de la luz, el gas y el gasóleo lleva cada vez a más familias a mirar al sol y echar cuentas. «Hemos registrado un aumento brutal en pedidos y presupuestos a raíz de la guerra de Ucrania y el encarecimiento de la energía», agrega Jesús de Nicolás, director comercial de Baratze, firma con sede en Valladolid.

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El próximo 'boom': paneles en la casa del pueblo para alimentar el piso de la ciudad

La crisis está incentivando nuevas ideas de autocosumo. «El próximo 'boom' va a ser la batería virtual; la gente que no pueda instalar placas en su piso de la ciudad las pondrá en la casa del pueblo y compensará así lo que gaste en su vivienda habitual», afirma Jesús de Nicolás, de Baratze.

Las empresas observan en los consumidores una necesidad creciente de reducir su dependencia de las compañías eléctricas y se encuentran con listas de espera de hasta tres meses para atender pedidos, lastradas también por la falta de suministros. «Particulares e industrias se han dado cuenta de que el autoconsumo es rentable aún sin subvenciones y las instalaciones se están multiplicando», constata Amaya Gómez, delegada en Castilla y León de la Unión de Empresas Fotovoltaicas.