Valladolid

Una «decena» de negocios interesados en el mercado de Rondilla cuya reapertura se retrasa

De momento, el Ayuntamiento solo ha formalizado la adjudicación de tres espacios sobre un total de 18. Se trata de una pollería, una pescadería y un puesto de encurtidos, que pagarán por un periodo de diez años y dependiendo de la superficie de sus tiendas entre 21.732 y 43.495 euros.

El edil responsable del área espera a los resultados de la convocatoria de subvenciones que el Ayuntamiento ha activado para ayudar a la implantación de futuros industriales en esta plaza de abastos en la que se han invertido más 1,8 millones de euros para acometer una profunda reforma para ponerla al día. No obstante, Martín reconoce que por los plazos que se manejan no será posible reabrir las instalaciones esta Navidad como estaba previsto.

El concejal, que compareció para anunciar la adjudicación a la empresa Caway del espacio reservado para un restaurante en el Mercado del Val, una superficie de cerca de 200 metros cuadrados que no se ha estrenado desde las obras de rehabilitación que concluyeron en 2016, señaló que sobre el 30 de noviembre se conocerá las empresas que han concurrido a ese plan de ayudas para instalarse en Rondilla.

Los interesados pueden solicitar una subvención a fondo perdido de hasta 3.500 euros, destinadas a apoyar el inicio de la actividad económica en esta dotación. En su concesión, se dará prioridad a los nuevos emprendedores, parados de larga duración y personas con discapacidad.

Estas instalaciones llevan cerradas desde hace dos años y medio y su reforma y amueblamiento han estado plagadas de problemas y retrasos. Se iba a completar en nueve meses, pero los plazos se han ido alargando por diferentes circunstancias El nuevo proceso para adjudicar los puestos vacantes se abrió a finales del pasado septiembre. Las actividades a las que podrán dedicarse las tiendas van desde carnicerías a pescaderías, fruterías u otro tipo de alimentos, además de estar abiertos a otro tipo de negocios que no desentonen con el espíritu de la plaza de abastos.

Dos de las superficies están reservadas para la hostelería. Concretamente, para un bar en el interior de las instalaciones y una cafetería con entrada independiente desde la calle Tirso de Molina, que podrá instalar una terraza con mesas y sillas en el exterior después de que se haya transformado la zona en una especie de plaza peatonal para el acceso al mercado.

La dotación tendrá tres entradas: Tirso de Molina, Lope de Rueda y Moradas. Por esta última vía, se ha generado un espacio que puede independizarse del resto de la instalación y que permite su apertura en horarios más amplios. En principio, estaba pensada para acoger una panadería, así como un negocio de flores y plantas. Aquí también se ubicarán las taquillas refrigeradas para recoger las compras fuera del horario comercial.