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Tomar un café con leche en la Plaza Mayor de Valladolid, con vistas a la estatua del Conde Ansúrez o la fachada barroca de la sede consistorial, puede ser una experiencia no apta para todos los bolsillos y su vez, el lugar donde tomar el ... que probablemente sea el café más barato de toda la ciudad. Todo depende del establecimiento escogido para disfrutar de la aromática taza que protagoniza desayunos y sobremesas, que en el entorno de la Plaza Mayor tiene un coste medio, en su modalidad estándar -solo, con leche o americano- de 1,60 euros en barra y 2,27 euros en terraza.
Una decena de establecimientos instalados bajo los históricos soportales compiten por el cliente cafetero de uno de los grandes enclaves turísticos de la ciudad, que también concentra a trabajadores de las calles aledañas desde primera hora de la mañana. La oferta comprende opciones de todo tipo, desde los más veteranos como el Café del Norte, el Ideal Nacional o el Lion D'Or, hasta la cadena Starbucks de reciente apertura, conocida por su amplia variedad y precios elevados, que se une a la lista de franquicias que están tomando la Plaza Mayor y sus alrededores.
El lleno en algunos cafés emblemáticos de la zona, con una historia forjada durante décadas, contrasta con las mesas vacías de otros locales de más corta trayectoria, revelando que los parroquianos habituales también son una parte importante de la clientela. Uno de esos lugares de culto en lo que a cuestiones cafeteras se refiere es el Ideal Nacional, que abrió sus puertas en el 1982, hace 42 años. Escondido en la esquina con la plaza del Corrillo, es de sobra conocido por los lugareños, especialmente por sus precios, más que competitivos.
Pocos bares de la ciudad pueden presumir de servir el café a un euro, en barra y en terraza, acompañado de un «bizcocho de limón casero», presume Rubén García, uno de los socios, que defiende que «la calidad y el precio no tiene porqué estar reñidos», mientras muestra un paquete de café Camuy 100% arábico de origen colombiano.
Las máquinas están ya puestas a punto a las 05:45 para dispensar los primeros cafés de los 1.000 que estiman sirven cada día: «A esta hora ya viene mucha gente de oficinas del servicio de limpieza». Es el caso de Félix Ortega, que trabaja en la zona haciendo labores de mantenimiento y es cliente fiel del Ideal por la calidad del producto y del servicio: «Aquí te sirven el café perfecto, en otros sitios es más caro y de peor calidad. Son rápidos y amables».
Aunque ningún otro establecimiento iguala el imbatible precio del Ideal Nacional, famoso también por las grandes colas que se forman en las horas de más demanda, otros cuatro locales hosteleros mantienen sus precios por debajo de la media del entorno de la plaza.
El café La Banque, vecino de soportal del Ideal Nacional y Lion D'Or, es la segunda opción más económica para degustar una taza de café. Este bar, otro de los emblemáticos de la zona por su longevidad y que este año conmemora tres décadas de existencia, sirve cafés desde 1,30 euros en barra, acompañados de «un churrito por las mañanas o una pastita por la tarde», tal y como asegura Nacho García, uno de sus camareros. Varios platos con porras y churros dispuestos sobre la barra, con los que también acompañan el chocolate, dan buena cuenta de ello.
El local, que cuenta con dos plantas y una docena de mesas en su interior, goza de una gran terraza con una veintena de mesas situada en la amplitud de la plaza, a la que sacan un gran partido en las épocas de buen tiempo, aunque el viento y las bajas temperaturas no impiden que haya una mesa de clientes que aspiran a rascar algún rayito de sol en el frío vallisoletano. En la misma el coste de los cafés asciende a dos euros, que se incrementa hasta los 2,30 a partir de las 12 del mediodía.
Puerta con puerta está el café Lion D'Or, distinguido por una exquisita decoración que transporta a otra década desde hace 34 años abierto. Los tres camareros que atienden frenéticamente un amplio salón de mesas confirman el prestigio y aunque sobre las 13:00 las cañas y las copas de vino ya son mayoría en las bandejas, siempre hay quien se acerca a la barra para pedir «un café con leche y otro americano», por los que cobran 1,40 euros en barra y dos en terraza.
El gerente, Cesar Prieto, adelanta que próximamente subirán a 10 céntimos el precio en sala debido al «aumento de los costes». En este establecimiento, que cuenta con una cafetera industrial de tres brazos y dos automáticas, sirven «unos cinco kilos de café diarios», lo que se traduce en unas 550 tazas de Camuy, especialmente en las horas más fuertes «desde las 10:00 hasta la 13:00».
El público más goloso encontrará buenas opciones en La Petite y Doot Vip Coffee, dos alternativas donde crepes y dulces de todo tipo son el mayor reclamo, acompañados por una oferta cafetera que se sitúa en el euro y medio, 1,90 y 2 euros en terraza, respectivamente. Ambos abrieron sus puertas hace pocos años, tres en el caso de la crepería y cuatro el café especializado en repostería y helados.
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«Entre semana la gente viene por el crepe y toma café para acompañar, los fines de semana hay un poco de todo», cuenta Alberto Albars, uno de los copropietarios de La Petite, que estima que cada día pondrán en torno a 60 tazas de cafés, aunque el panorama cambia bastante en días festivos. Los crepes, el producto estrella, oscilan entre los 3,50 y los 4 euros, dependiendo de las cremas y toppings.
En Doot Vip Coffee, aunque gustan de obsequiar el café con algún «churrito o magdalena» para abrir boca, los clientes también pueden degustar cookies o croissants a partir del 1,50 euros, aunque esta semana el dulce más demandado han sido las torrijas, típicas de Semana Santa, a 3,50 euros cada unidad. «Las hacemos aquí, son artesanas», detalla Alberto Fuentes, su propietario. El local cuenta también con una amplia terraza cuyo despliegue, dependiente de los caprichos de la meteorología, determina el número de cafés que tiran: «Durante todo el día podemos estar tirando entre 200 o 500 cafés, dependemos mucho también del tiempo».
En el precio medio y también el más habitual se sitúa la oferta de El Continental y el Café del Norte, otras dos cafeterías emblemáticas, además de un local de la cadena de viandas, aceitunas y encurtidos Olibher, donde también sirven desayunos. En estos negocios un café sencillo cuesta 1,60 con algunas variaciones del precio en terraza, salvo en Olibher, donde el coste es el mismo independientemente de donde lo sirvan.
En el Café del Norte, que ostenta el título de la cafetería más antigua de la Plaza Mayor con 163 años de historia, los precios oscilan entre 1,60 y 2,40 euros, dependiendo de si es en barra o en terraza, y 2 euros si se sirve en sala. Aquellos que pidan bebidas vegetales y leche sin lactosa verán en su ticket un recargo de 20 céntimos. «Desde que abrimos a las 7:30 y hasta 12:00 del mediodía ponemos en todas las mesas café», detalla Francisco Castrosinde, gerente del centenario establecimiento que despacha unos 400 cafés diarios -25 kilos semanales-, acompañados de una pasta y una magdalena.
Y muy próximo al Café del Norte, paralelo a la calle de Jesús, está El Continental, con más de 30 años de historia, donde saborear un café tiene un coste de 1,60, 2,20 euros en el exterior del local. Enrique Barajas, uno de los empleados, que conversa mientras sirve algún que otro cortado, asegura que la clave de éxito de este negocio, que despacha en torno a 200 cafés en días laborables y más de 300 en festivos, no está en los precios sino en la calidad del grano: «Aquí la gente viene por el café que servimos, de la marca Illy».
El ranking de negocios cafeteros lo completan dos franquicias de reciente apertura, Manolo Bakes y Starbucks, especialmente esta última, que abrió sus puertas en la Plaza Mayor con grandes colas el lunes pasado, hace menos de una semana. En ambas el salto de precio con respecto al resto de cafeterías autóctonas es notable, entre uno y dos euros más caro, dependiendo de con cual comparar.
Al entrar en el nuevo Starbucks dos pantallas anuncian el coste de los cafés, tés y otras bebidas. En el panel de los clásicos se encuentra el café con leche o «clásico latte», cuyo coste oscila entre los 2,90 y los 5,10 euros, no por la terraza, sino por el tamaño: 'short', 'tall', 'grande' o 'venti'.
Algo más barato será tomar un café en Manolo Bakes, la franquicia especializada en mini croissants o Manolitos como ellos los denominan, aunque el precio del café con leche también supera los dos euros, 2,40 en barra y 3 euros si se pide para terraza. Aquí aunque su principal producto se vende aparte, el removedor que te ponen con la bebida es comestible.
La oferta cafetera es amplia y variada, por lo que cada público encontrará buenas opciones para tomarse un «relaxing cup of café con leche» en la Plaza Mayor de Valladolid. Algo que saben los hosteleros de la zona, que han acogido de buen grado la llegada del Starbucks. La opinión generalizada es que se trata de otro tipo de negocio, que puede aportar dinamismo y atraer clientes al entorno.
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