Doble cerradura, puerta blindada y alarma para evitar que entren en casa

Si quiere prevenir que okupas se instalen en su propiedad, ya sea porque está deshabitada o porque se estará fuera un periodo de tiempo determinado, las aseguradoras recomiendan tres pautas fundamentales: instalar una alarma, que la puerta sea de alta resistencia para evitar que entren personas ajenas y colocar doble cerradura. Esta última práctica, según aseguran varios cerrajeros consultados, es cada vez más habitual. El precio varía en función de su calidad, y aunque oscila entre los 70 y los 600 euros, lo más común es que el interesado se decante por una que ronde los 200 euros.

Otro de los consejos que las compañías de seguros sugieren seguir es no publicar en redes sociales los movimientos que se vayan a realizar ni el lugar donde el sujeto vaya a encontrarse para no dar pistas. También aconsejan evitar en la medida de lo posible colgar un cartel de 'se vende' o 'se alquila' en la vivienda, pues consideran que puede ser un reclamo para posibles okupas.

Asimismo, recomiendan que, en caso de que la casa vaya a estar vacía durante un periodo largo de tiempo, ésta se visite con regularidad, puesto que esto frustraría un hipotético intento de usurpación. Hay que aprovechar estas visitas para, además, vaciar el buzón de cartas –si está colmado puede dar sensación de abandono–, recoger la suciedad que pueda acumularse en el inmueble en cuestión y dejar las persianas un poco levantadas, de forma que parezca que hay personas en su interior.

En caso de que el dueño no pueda acudir con asiduidad a mantener el cuidado de la casa, estas entidades consideran que la mejor opción es pedir a un vecino que esté pendiente por si detecta algún ruido o movimiento extraño. Por último, si se encuentra en una comunidad, inciden en que se contrate a un conserje.