Valladolid

El Conde Ansúrez vuelve a brillar y otros detalles de las obras del Consistorio

Durante las últimas semanas, el balcón del Ayuntamiento ha estado presidido por andamios y escaleras, desde donde los operarios trabajaban para limpiar las vidrieras de la fachada. Ahora, estas cinco figuras históricas han recuperado el brillo desde su sitio en el salón de recepciones, que también ha ganado luminosidad tras la reforma. No solo entra más luz, ahora está más aislado después de que en la cara exterior de las ventanas se hayan instalado unos cristales que ayudan a guardar el calor y el frío dentro de la estancia, cuando antes quedaban desnudos en su cara posterior. También se han reparado las ventanas de madera, que acusaban el paso del tiempo y que habían perdido también brillo y color por los efectos del sol y de las inclemencias meteorológicas.

Sobre estos detalles, uno de los aspectos más relevantes de la reforma es la recuperación del patio central diseñado por el arquitecto Enrique María Repullés, que ha devuelto a la vista pilares, arcos y muros de piedra de dos metros de grosor y que datan de principios del siglo XX. Este será uno de los nuevos espacios que conseguirá la reforma y que funcionará como distribuidor para las diferentes estancias donde los vecinos podrán hacer gestiones municipales. Quedará diáfano, con un único añadido. Una escalera de caracol adornada en madera que dará acceso a una nueva oficina ubicada en la planta primera.

Desde aquí, los vecinos tendrán vista a un pequeño espacio exterior antes oculto desde este estancia y donde se encuentran unos azulejos que datan en el tiempo la construcción del Ayuntamiento de Valladolid, cuyas obras finalizaron en el año 1908. Preside este mural un antiguo escudo de la ciudad. La reforma de la Casa Consistorial también permitirá un acceso antes inexistente, al patio interior ubicado en la segunda planta, y que abre una nueva vista a la parte posterior de las vidrieras que dan la bienvenida desde la escalera de entrada al Ayuntamiento por la Plaza Mayor.

Este patio es el que más cambia su aspecto tras la reforma. Antes, adornado con tres escudos, el actual de Valladolid, uno antiguo y otra imagen que recordaba el centenario de la construcción de la Casa Consistorial, que se celebró en 2008. Los tres símbolos estaban instalados sobre una superficie de arena sobre la que se habían dibujado formas circulares y lineales. Ahora, todo esto se ha retirado y la arena se ha sustituido por baldosas y también se han instalado cuatro parterres, uno en cada esquina del patio, en un entorno que quedará abierto a vecinos y trabajadores.

Es, después de toda la obra realizada en las oficinas de registro, el lugar que más cambia tras la reforma. Además de su superficie, también se han modificado todas las ventanas que lo rodean, abriendo tres accesos desde los laterales, y dejando un pequeño hueco que funciona como balconada con vistas a la pared donde están los azulejos que marcan la fecha del inicio y final de las obras del Ayuntamiento.