Sede central de la empresa de transporte Martínez Marcos en la Autovía de Castilla. Alberto Mingueza

La compra de Bimbo Valladolid permitirá a Martínez Marcos duplicar el tamaño de sus instalaciones

La base central de la empresa pasará de 25.000 metros cuadrados a 50.000 y la plantilla aumentará hasta los 250 trabajadores

Sábado, 23 de noviembre 2024, 08:16

La empresa de transporte de mercancías que ha comprado la factoría de Bimbo Valladolid, Martínez Marcos, duplicará la superficie de su sede central gracias a esta operación. Se trata de un salto cualitativo más en la trayectoria ascendente de esta compañía familiar, que nació ... en 1963 con un solo camión de la mano de su fundador, Eladio Martínez Marcos –fallecido el pasado 20 de junio– y hoy tiene una flota de más de 200 vehículos que gestionan sus tres hijos varones, Carlos, Eladio y Miguel Ángel.

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La base principal de la sociedad anónima especializada en el traslado de graneles se encuentra en el kilómetro 117 de la carretera nacional Burgos-Portugal (la Autovía de Castilla o A-62), y tiene alrededor de 25.000 metros cuadrados de superficie. La progresión del negocio ha dejado pequeño el complejo y ese es el motivo por el que los hermanos Martínez Marcos han adquirido la planta de la multinacional mexicana de la panadería en el número 6 de la calle Pirita. Allí dispondrán de 50.000 metros cuadrados, justo el doble que ahora, lo que les permitirá seguir avanzando en sus planes de expansión.

«La idea, para eso se hace, es trasladarnos de la carretera de Burgos al polígono San Cristóbal», explica Carlos Martínez, quien deja claro que la reforma del recinto para acomodarlo a su futuro uso «se irá llevando a cabo en distintas fases». «Primero hay que adaptar las instalaciones y reacondicionarlas, y luego se irán acometiendo las inversiones en función de las necesidades de empresa y de la demanda del mercado. Dependemos de la situación del mercado en general», remarca el directivo.

Martínez Marcos tiene como ocupación principal el transporte, tanto nacional como internacional, centrado en el traslado de productos en polvo fundamentalmente de los sectores alimentario (harina, azúcar, almidón, maíz, sémola, arroz o leche, entre otros), de la construcción (cemento, cal, arena, aluminio, bituminosas o ceniza, por ejemplo) y químico industrial (plástico, polietileno, pvc o granza). Junto a esto ofrece un servicio certificado de lavado y vaporizado interior de cisternas, en estaciones localizadas en puntos estratégicos de la geografía española, y dispone de la maquinaria necesaria para la aspiración de mercancías para silos contaminados, vehículos dañados o accidentados.

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Son ámbitos en los que Carlos Martínez reconoce que «en este momento hay actividad, hay actividad. Hay exceso de demanda, sí». La intención de la firma es poder atenderla en las mejores condiciones y por eso se han embarcado en este ambicioso proyecto que implica una inversión global de 5 millones de euros y un compromiso de creación de empleo de 50 puestos, que contempla la incorporación de los empleados de Bimbo que lo deseen. Y son muchos, puesto que de acuerdo con los datos facilitados por sus delegados sindicales los interesados ya superan ese número y la lista se engrosó de manera considerable a raíz de la reunión que mantuvo la plantilla con los nuevos propietarios.

Martínez Marcos tiene en la actualidad 200 trabajadores, que se elevarán hasta los 250 cuando el proceso esté finalizado. Esto implica un nada desdeñable incremento del 20% que, según comunicó la propia sociedad anónima el día que se hizo pública la adquisición, «permitirá un crecimiento firme y sostenido». «Nosotros tenemos que cumplir nuestros compromisos, eso está claro», señala el directivo.

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Tres meses de obras

Bimbo Iberia dejará de producir donuts, donettes, tigretones, minibollicaos y pepitos en Valladolid el próximo 31 de diciembre. Ese día arrancará el plazo para desmantelar la fábrica, que a priori solo debería prolongarse hasta el 31 de marzo del año que viene, si bien «es probable que se alargue algo más», según Carlos Martínez. Esto hace que todavía no conozcan «la fecha concreta» en la que podrán tomar posesión de las instalaciones, aunque «será en el primer cuatrimestre de 2025». Cuando lo hagan procederán a realizar la primera parte de las obras necesarias para su acondicionamiento, que calcula que durarán «en torno a tres meses».

Empezarán por la construcción del anunciado aparcamiento al aire libre para 300 camiones, los talleres, la cabina de pintura y el lavadero. Y en una fase posterior se acometerán el resto de las inversiones previstas, que incluyen «las cámaras frigoríficas y lo último los silos, porque va a depender de si podemos aprovechar los que hay o tenemos que hacerlos nuevos. Hay que ver el detalle», señala el responsable de una compañía que en 2023 cumplió 60 años de historia.

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Don Eladio, el fundador de Martínez Marcos (2i) con sus hijos Miguel Ángel, Carlos y Eladio. Martínez Marcos

«Regularidad, constancia, esfuerzo y unión», claves de la progresión de la compañía

No hay más secreto que «el trabajo» bien hecho, desde «la seriedad». La progresión al alza de la empresa vallisoletana Martínez Marcos en las últimas décadas se explica por «la regularidad, la constancia, el esfuerzo y la unión de la familia». Es el resumen que hace Carlos Martínez, que junto a sus hermanos Eladio y Miguel Ángel gestiona con responsabilidad el legado que les dejó su padre. Prueba de su apuesta por la calidad es que en 1996 consiguieron la ISO 9000 , en 2006 lograron la certificación de GMP+ (Good Manufacturing Practices Plus) , un sistema de estándares internacionales que garantiza que una empresa cumple con todos los requisitos y condiciones necesarios en materia de seguridad alimentaria, y en 2010 fueron evaluados según las directrices de SQAS (Safety & Quality Assessment for Sustainability).

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