Las cofradías vallisoletanas intentarán «salvar algún acto» si se suspende la Semana Santa

Los cofrades de Valladolid parecen estar resignados ante esta pésima noticia. «Lo primero que vamos a hacer es esperar a que haya una confirmación oficial de la suspensión se la Semana Santa en el conjunto de Castilla y León a través del presidente Mañueco, que también afectaría a la de Valladolid», anticipa el secretario de la Junta de Cofradías de Valladolid, José Miguel Román, ejerciendo de portavoz en nombre del presidente, Isaías Martínez, antes de reconocer que «no nos queda más remedio que acatar la decisión que tome la máxima institución regional». El secretario, y expresidente, quiso destacar que «las cofradías tienen dos grandes patrimonios, como son el histórico, unido al patrimonio, y el humano; y hay que proteger ambos, y a los cofrades, nos guste o no nos guste». Román añade que «preferiríamos que el coronavirus desapareciera el día 23 y todo se solucionara».

Mientras llega la temida confirmación oficial, las cofradías, en sus sedes, podrán seguir celebrando sus actividades y cultos propios de la Cuaresma en tanto no exista una orden superior, que podría llegar en forma de recomendación desde la Diócesis. Cuando llegue ese momento, concreta José Miguel Román, «convocaremos de urgencia a las veinte cofradías para intentar decidir qué actos se podrían salvar». Entre ellos, apunta, estarían el Pregón de Semana Santa, que debería celebrarse en La Catedral el viernes previo al Viernes de Dolores, o la inauguración de la exposición habitual cuando llega este tiempo en la sala del Teatro Calderón.

Lo que no ha comenzado aún es la instalación de las tribunas de la Plaza Mayor. La previsión era comenzar el montaje la próxima semana, pero el principio de prudencia hará que se retrase el inicio hasta conocer más noticias. También estaba prevista la apertura del local de información y venta de localidades de la Junta de Cofradías, que este año iba a estar abierto en un local donado para estos días en la plaza de Fuente Dorada, casi en la esquina con la Bajada de la Libertad, donde hasta hace pocos meses se encontraba una tienda de una cadena de perfumerías.

La suspensión de todas las procesiones de Semana Santa en Valladolid es una amenaza más que real y fundada que no se produce desde los albores de la Guerra Civil. Para encontrar el último año en el que se suspendieron todas las procesiones hay que remontarse a 1936. Otras tres veces más sucedió lo mismo. Fue en 1932, 1933 y 1934. Desde entonces, nunca se han vuelto a suspender.