Circular y Pajarillos son los barrios que más sufren los efectos del calor

Para llegar a estas conclusiones, la consultora Geocyl ha cruzado datos vinculados con el índice de aridez del suelo, la superficie inundable, la cercanía con parques y zonas verdes, el porcentaje de viviendas antiguas (construidas antes de 1960), la densidad de población, la calidad constructiva…

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Así, zonas como las de la Circular presentan una alta «vulnerabilidad» ya que apenas hay espacios verdes en el entorno, existe un alto grado de urbanización y, además, la renta media no es tan elevada como en el centro. Los ingresos en los hogares son también un indicador ya que, como señala el estudio, esto «facilita la implementación de medidas de adaptación frente al cambio climático». Por ejemplo, la instalación de aire acondicionado o la adopción de acciones para aislar el edificio, lo que rebaja la vulnerabilidad, por ejemplo, en zonas del centro como el entorno de San Pablo o San Miguel.

Barrios considerados vulnerables son también Batallas, Vadillos,Caño Argales, la zona este de Huerta del Rey, Reyes Católicos, Delicias Canterac, Cuatro de Marzo o La Rubia. En el lado opuesto se encuentran especialmente «las zonas perfiéricas, con edificios nuevos o un nuevo desarrollo urbano en el que se ha fomentado los espacios entre viviendas y zonas permeables(verdes), donde hay además menor densidad de población». Esto se vincula con el concepto de 'isla de calor', ya que aquellas zonas más tupidas demográficamente sufren temperaturas más recalentadas que en espacios con menos impacto humano, menos asfalto, tráfico y hormigón.

Los resultados de este informe se completan si se consulta el mapa de edificios con eficiencia energética, que incluye 33.736 registros en la capital. De ellos, apenas 332 (el 0,9%) presentan el mayor grado posible, lo que supone que la vivienda necesita muy poca energía para su funcionamiento. Muchas de las nuevas viviendas construidas presentan mejores niveles de certificación y, si se observa el mapa, puede verse en zonas como El Peral o Villa del Prado. La mayoría de los edificios de Valladolid obtienen una calificación E (19.515, el 57,8% de las que tienen el distintivo). Es la tercera calificación más baja y estas pueden considerarse como viviendas poco eficientes.