Roberto Vaquero, director del colegio San Agustín, en uno de los aulas del centro. Ramón Gómez
Roberto Vaquero | Director del coledio San Agustín

«Teníamos cierta preocupación, pero los resultados académicos son muy positivos»

Los alumnos del centro vallisoletano aprenden con dispositivos electrónicos desde 2015

Sergio García

Valladolid

Lunes, 26 de junio 2023, 00:02

En 2015, las tablets entraron en las aulas del colegio de San Agustín de Valladolid. «Teníamos cierta preocupación por ver cómo podía influir», confiesa el director del centro, Roberto Vaquero. Ocho años después, están mucho más tranquilos con la decisión. «Los resultados académicos son muy ... positivos. Hemos mantenido el 100% de aprobados en la EBAU», expresa. El colegio trabaja a diario con dispositivos electrónicos en los cursos superiores a 5º de Primaria. «Sustitiumos el libro de papel por el digital, pero no de forma excluyente. Los alumnos que quieran pueden hacer sus tareas en papel y boli», relata el director.

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Solo los más pequeños del centro son ajenos al uso de tablets en las aulas. «Para ellos planteamos hacer un carrito de dispositivos con equipos que puedan usar cuando el profesor lo vea conveniente», comenta Vaquero. El director destaca algunas ventajas que otorga su uso, como la inmediatez para explicar o utilizar vídeos e imágenes. «No hace falta dibujar una célula en la pizarra, ahora puedes buscar una fotografía y haces lo mismo», asegura.

El confinamiento fue un giro que en el colegio les permitió aprovechar al máximo los dispositivos eléctronicos para dar clase. «Como en otros centros, organizamos clases de manera online. De esa época mantenemos hacer algunos exámenes a través de la tablet. El 80% de las pruebas todavía se hace en papel, pero algunas que son cuestionarios las hacemos con dispositivos», explica el director. A pesar de las ventajas, Vaquero también confirma que aparecen algunas problemáticas. «Cuando pides que vean un vídeo, pues a veces cuando acaban se van a otro y puede ser una fuente de distracción», comenta. Para evitar estas distracciones, los padres del centro pueden pedir instalar ciertas aplicaciones que permite filtrar los contenidos y limitar las posibilidades de los dispositivos.

El director también imparte clases en segundo de Bachillerato y explica que utiliza los dipositivos electrónicos para pedir tareas a los alumnos a través de una aplicación, donde luego ellos mandan los trabajos para que él los corrija. «No renuncio a los cuadernos, los alumnos son libres de hacerlo también en papel. Pero sí les pido que luego me manden una fotografía del trabajo por la aplicación», explica. En las tabletas, los alumnos del centro estudían, hacen tareas, atienden en clase y tienen los libros de texto de todo el año. «Lo que sí está claro es que se reduce la carga de la mochila», finaliza el director.

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