Una empresa china se interesa por la fábrica de Motores de Renault

Las empresas de automoción y demás actores del sector toman posiciones para acelerar la transición eléctrica y la difusión de los planes del CEO de Renault, Luca de Meo, agitan los movimientos del tablero. Según una información de la agencia Reuters, que cita dos fuentes cercanas al fabricante francés, el grupo chino Geely Automobile y una petrolera «están en conversaciones para adquirir participaciones en la unidad de motores de combustibles fósiles que Renault planea separar de su negocio de vehículos eléctricos».

Los sindicatos, que conocieron los planes de Renault en una reunión celebrada en julio, aseguran que velarán «por garantizar el futuro y las condiciones de empleo indefinido dentro de las dos nuevas entidades» y reclaman mayor transparencia a la dirección de la empresa sobre sus planes de futuro. La sección sindical de UGT manifiesta su «preocupación ante el anuncio» ya que dicen poder «entender las estrategias de negocio de Renault, pero también tener siempre presentes la necesidad de dar seguridad a la plantilla y garantizar el empleo». Desde CC OO solicitan a la dirección «que despeje la incertidumbre que se ha generado» y que este proceso, «si se lleva a cabo, se realice con total transparencia por parte de Grupo Renault a través del diálogo social con la representación de los trabajadores». También para SCP, la empresa debería «despejar todas la dudas y rumores que están surgiendo» y también permitir que los representantes de los trabajadores «hagan aportaciones» puesto que «siempre han estado a la altura de todos los retos» planteados.

La sección de la CGT, mientras, teme que «si Renault deposita en manos de algún socio su parte térmica para así recaudar fondos con los que expandirse en la eléctrica», otras «factorías punteras con un valor tecnológico envidiable y un saber hacer demostrado podrían quedar sentenciadas a desaparecer». «Probablemente, en menos tiempo del que creemos, los trabajadores de Motores y Sevilla nos veamos con otro color en la ropa de trabajo», advierten.

Los planes de la marca del rombo, que serán anunciados de manera oficial en otoño y sobre los que Renault España declinó hacer comentarios, pasarían según Reuters por «seguir siendo el accionista mayoritario de su división eléctrica (Ampère), que empleará a unas 10.000 personas y podría cotizar en bolsa en la segunda mitad de 2023».

Mientras, el grupo automovilístico «solo conservará una participación minoritaria en su motor de combustión (Horse), aunque seguirá siendo un accionista de referencia con una importante influencia en la unidad». En concreto, las fuentes apuntan que Renault tendría una participación del 40% en la unidad de motores de combustibles fósiles, mientras que Geely tendría otro 40% y una compañía petrolera el 20% restante. «El plan no está finalizado y existen otras posibilidades», puntualizó una de las fuentes.

Los sindicatos señalan que desde la empresa se les ha informado de que «no hay intención en el proyecto de que haya planes de reestructuración de plantilla». El plan no está aún cerrado y así se explicaría que mientras unas versiones hablan de que los híbridos (que Renault fabrica en Valladolid y Palencia) estarían en la parte térmica, otras apuntan a que serían excluidos de ésta y entre los 10.000 trabajadores de la nueva entidad estarían los 4.500 de las fábricas de Motores (Valladolid), cajas (Sevilla), Ingeniería (Valladolid) y los de Cacia (Portugal).

La empresa les ha comunicado que «no hay ningún objetivo escondido de renegociación de contratos o desventajas sociales» y que «los proyectos vigentes en España afectarán a la actividad durante años». «Aseguran que no se va a desmantelar ninguna fábrica y que la visibilidad para las factorías de España es amplia gracias a los proyectos actuales«, explican desde UGT, que añaden que «cuando se tengan que renovar los coches porque ya no se puedan ensamblar vehículos térmicos en España, las fábricas españolas fabricarán modelos eléctricos».

El fabricante de automóviles chino Geely es propietario de la sueca Volvo, del fabricante británico de deportivos Lotus y tiene una participación en Mercedes. En mayo pasado, Renault ya vendió el 34% de su filial surcoreana a Geely, con la que tiene planes para desarrollar vehículos híbridos producidos en su planta de Busan.

«Al compartir los costes de los motores diésel y de gasolina, que disminuirán a medida que aumenten las ventas de vehículos eléctricos, Renault espera liberar fondos para reinvertir en modelos eléctricos, una tecnología en la que fue pionera con Nissan y Mitsubishi, pero en la que se ha quedado atrás de Tesla», señala Reuters.

La participación de una compañía petrolera, por su parte, serviría para acelerar «el desarrollo del hidrógeno verde y la infraestructura requerida para hacer que los autos con celdas de combustible de hidrógeno sean viables junto con los vehículos eléctricos con batería», según sostuvo una de las fuentes que ha informado a la agencia.