Un centenar de vallisoletanos rezan un rosario de agradecimiento a la Virgen

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Luis Amo

Con el rezo han agradecido que el derrumbamiento no causase daños a ninguna de las personas que estaban trabajando en la obra de restauración y que la caída de cascotes no haya provocado tampoco daños a los tesoros que alberga el templo, entre los que se encuentran la Virgen de los Dolores de la Vera Cruz, El Señor Atado a la Columna, un Ecce Homo y El Descendimiento, todas ellas del siglo XVII del imaginero del barroco Gregorio Fernández; así como una reliquia de la cruz de Cristo conocida como Lignum Crucis.

A la vez, han rezado con la petición de que la reparación de la desaparecida cúpula y de los daños que ha provocado su desplome sea rápida y plena para poder volver a entrar en el templo y que éste luzca como antaño cuanto antes, mejor.

El acto se ha prolongado durante media hora y se ha visto favorecido por el hecho de que la calle Macías Picavea se encuentra cortada al tráfico, lo que ha evitado interrupciones de vehículos. Los en torno a 120 vallisoletanos que han formado un círculo frente a la iglesia de la Vera Cruz han rezado el rosario con Sagrario Medrano, que fuera camarera de la cofradía de la Vera Cruz, ejerciendo de portavoz con un aparato de megafonía prestado por la hermandad de las Angustias. «Es solo un ejemplo de las innumerables muestras de solidaridad que estamos recibiendo», ha explicado.

Tras cantar una Salve todos mirando de frente a la fachada, la también cofrade Godolena Bombín ha proclamado que «no es el primer percance que sufre el templo en sus cinco siglos de historia y como todos los demás, éste también lo superará».