El candidato Carnero completa la primera fase: Ruiz Medrano como director de campaña

Completa así la primera fase como candidato-consejero. Una compatibilidad de cargos que se desnivelará poco a poco, como ha mostrado su agenda en las últimas jornadas. El 11 de enero se le presentó en sociedad como «el mejor de los nuestros», le definió Alfonso Fernández Mañueco, «que es el mejor de Valladolid para ser alcalde». El día 13, paseo hasta Pingüinos junto a los diputados provinciales y al presidente de la Diputación y el PP vallisoletano, Conrado Íscar. El día 14, sábado, encuentro con la asociación Pajarillos Educa, también en Valladolid, aunque en condición de consejero de Presidencia, como mostraba la nota de prensa lanzada por la Junta sobre la colaboración del Ejecutivo autonómico con la asociación. Después, acto de presentación de los proyectos de acción social relacionados con la coronación canónica de la Virgen de los Dolores, de la Cofradía de la Santa Vera Cruz.

En este circuito solo un evento en Ávila, el lunes, interrumpió la rutina vallisoletana.

Pero empezar a vallisoletanizar la agenda solo era el comienzo de la segunda parte de esta primera fase. La primera, en realidad, se inició cuando todavía trataba de asimilar haberse convertido en candidato a la Alcaldía, algo que en un principio no era su opción preferida. Empezó a recibir cientos de mensajes de militantes, concejales, cargos orgánicos y simpatizantes populares. Incluso de algunos con los que la relación ha pasado por altibajos en los últimos tiempos. Y durante los primeros días su labor ha consistido, cuentan fuentes cercanas, en responder a todos ellos. Y con un mensaje que se repetía: os necesito a todos. Un intento de unificar fuerzas tras muchos meses de debates internos y polémicas.

En esa clave hay que leer la designación de Ramiro Ruiz Medrano. Un histórico que conoce el partido y que tiene capacidad para mediar y apaciguar en tormentas internas y suturar heridas. En los últimos meses se ha visto un PP vallisoletano dividido en cuatro familias. La de Conrado Íscar como presidente, la de los leales a Jesús Julio Carnero, la del Grupo Municipal en el Ayuntamiento, y los casadistas, presentes en el Congreso y en el Senado. Y eso ha derivado en desencuentros públicos y en un proceso de elección de candidato que no acababa de desatascarse. Alfonso Fernández Mañueco tuvo que coger las riendas después de la rebelión interna que se produjo al conocer que se había propuesto a un independiente como opción, y finalmente el presidente autonómico del PP escuchó a la demoscopia: Carnero era el mejor valorado en las encuestas internas. Fin de la cuestión.

El candidato, según explicaba el PP en un comunicado al término de la reunión, insistió en esos mensajes de unidad durante el comité ejecutivo. Pidió «total implicación y disposición porque es un buen motivo para que desde el PP demos lo mejor de nosotros mismos para hacer de Valladolid una ciudad de futuro y de progreso».

En la reunión de este martes se ha decidido, además, que Luis Miguel González Gago sea el presidente del comité electoral. El equipo directivo de la campaña lo forman el propio Carnero y los dos primeros cargos del partido en la provincia, su presidente, Conrado Íscar, y su secretaria general, Mercedes Cantalapiedra. La Gerencia la llevarán Paloma de Bonrostro (gerente actual), José María Ortega y María José Argüello.

En cuanto a la provincia, será Víctor Alonso, hombre fuerte de Conrado Íscar, el elegido como director de campaña, con Luis Minguela como adjunto.