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Son muchos los factores que determinan el buen resultado o no de una de meses de trabajo en el campo y principalmente uno que puede ... echar a perder en cuestión de segundos toda la campaña. Los daños provocados en los cultivos tienen una constante en la provincia vallisoletana y son las tormentas de pedrisco como principal inclemencia meteorológica. Las indemnizaciones en el campo vallisoletano se han multiplicado por cuatro en los últimos cinco años, pasando de un importe de los 4,84 millones de euros en 2020 «un año excepcional y muy benévolo en cuanto al clima», a los 19,8 millones de 2024. «Lo normal es una media de unos 14 o 16 millones de indemnización por año», señala el director territorial de Agroseguro en Castilla y León, José Ignacio García Barasoain.
Impredecible e irregular es tanto el tiempo como los daños que causa en el campo, por eso, las cifras de remuneraciones de cada campaña son diferentes. Esperaban agricultores y expertos del sector que 2024 fuese un año similar al «excepcional» 2020 pero demasiada lluvia a finales de abril mermaron los resultados de la producción por hectárea. «En zonas como Siete Iglesias o Alaejos faltó más el agua pero en general fue un año marcado por el exceso de agua en muchos cultivos en octubre y en que el principal riesgo fueron las heladas de finales de abril en zonas de viñedo», señala Barasoain.
Estas gélidas temperaturas afectaron el año pasado a la zona de Rueda y de la ribera del Duero pasando de unos 2 millones de euros de media de indemnizaciones en Valladolid en la serie histórica a un total de 11,29 en caso de los viñedos y 1,6 millones para el cultivo de herbáceos. De los casi 20 millones que se pagaron en total, 14 estuvieron relacionados con las temperaturas bajo cero que echaron a perder miles de hectáreas de uva. «Hubo zonas en las que las parcelas presentaban un 100% de daños», comenta Barasoain. El pedrisco y la lluvia provocaron también en 2024 unas compensaciones a los agricultores por valor de 1,7 y 1,4 millones de euros respectivamente.
2023, 'annus horribilis'
En la región, este último ejercicio, las indemnizaciones alcanzaron los 83,8 millones de euros, la segunda cifra más elevada de los últimos años, tras la alcanzada en 2023 (233 millones) debido a la grave sequía sufrida en la región. Por provincias, las compensaciones abonadas a los productores asegurados de Burgos a lo largo de todo 2024 se situaron en 22,2 millones de euros, en Valladolid (19,8 millones), León (8,6), Segovia (7,6), Soria (7,1), Zamora (4,9) al igual que en Ávila, Palencia (4,7 millones) y Salamanca (4). «Para el campo 2023 fue un año terrorífico de sequía que afectó a casi la totalidad del millón y medio de hectáreas que tenemos contratadas. Fue el peor año de la historia del seguro en la región en el que hubo compensaciones por valor de 233 millones», muy por encima de las medias de años anteriores como los 83 millones de 2022 o los 67 de 2021. De media, las indemnizaciones que se registran en Valladolid oscilan entre los 14 o 16 millones y ese 2023 se fueron hasta los 37,5 millones, los más afectados los cultivos de herbáceo llevándose casi la totalidad de las compensaciones con 30,26 millones del total.
En base a su experiencia tiene claro el cambio climático que se padece en los últimos años. «Empecé a tasar en el 84 y lo que antes se veía era una pérdida de producción por sequía cada diez o doce años y, sin embargo, desde 2017 esos picos de sequía ahora tienen una recurrencia de unos dos años», señala. Y lo mismo sucede con el pedrisco, que tanto daño causa en la provincia. «Antes normalmente se daban en junio o julio y ahora lo tenemos desde marzo y con intensidades cada vez más fuertes», explica. Los riesgos para el campo se están incrementando cada vez más en menos tiempo.
Valladolid cuenta con el 75% de las tierras dedicadas a herbáceos aseguradas, el 85% en la región en lo referente a (trigo, cebada, leguminosas, girasol, colza o camelina), «el agricultor está viendo que el seguro es una herramienta de gestión del riesgo climatológico fundamental», detalla el director territorial de Agroseguro en Castilla y León. En el caso del territorio dedicado a la uva, el porcentaje desciende algo más por las característica peculiares de su cultivo con numerosos pequeños propietarios, «alcanzando un 50% de superficie asegurada y el 65% en el caso de grandes empresas del sector».
Por ejemplo, pasan de los casi cinco millones de euros abonados en 2020 a los 15,92 millones de compensación en la provincia del año siguiente, un 2021 en el que los daños en las hectáreas de herbáceos (cereales, leguminosas, patata, remolacha o forrajeras, entre otros) recibieron un total de 6,76 millones y los cultivos de viñedo 4,87.
Más contrataciones
Estos datos que muestran el aumento en cuanto al capital de las indemnizaciones van en consonancia con el aumento de la contratación de seguros agrarios en los últimos años y en concreto en el 2024, con un 13% más de pólizas hasta alcanzar un total de 77.778, según los datos facilitados por Agroseguro en referencia a la región. De esos contratos, destacan los de cultivos herbáceos, con un incremento del 18% respecto al año anterior para garantizar la cosecha frente a las tormentas de pedrisco, las altas temperaturas o los incendios.
Asimismo, el capital asegurado se elevó este 2024 hasta los 162,9 millones de euros, lo que supone un 6% más que en 2023. Se trata de unas cifras que han supuesto el capital y producción asegurada más alta de la historia en Castilla y León. «Este impulso de la contratación de seguros agrarios se apoya en la actual realidad climática, que causa siniestros cada vez más frecuentes y graves», inciden desde Agroseguro.
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