Vecinas del barrio de la Rondilla en el parque Ribera de Castilla. Carlos Espeso

Ola de calor en Valladolid

El calor vacía el parque Ribera de Castilla y elimina sus habituales meriendas

Las altas temperaturas mermaron anoche la asistencia de vecinos para tomar el fresco y jugar una partida de cartas

Mario Azcona

Valladolid

Jueves, 10 de agosto 2023, 13:54

Si existe una costumbre que parece que no va a cambiar ni con las cada vez más frecuentes e intensas olas de calor, especialmente en los pueblos, es la sentarse a la fresca en la puerta de casa durante las noches de verano para hacer ... tertulia con los vecinos. También en la capital vallisoletana los vecinos buscan espacios públicos, como parques, jardines y riberas, para para aliviar los rigores del calor y compartir las anécdotas del día, algunos en torno a un tapete y una baraja de cartas.

Publicidad

Vecinas del barrio de Girón en la puerta de su casa. Carlos Espeso

Ayer miércoles, ante la posibilidad de que Valladolid batiera su récord histórico de calor -finalmente, el valor máximo de la jornada se quedó en 38,6 grados, alcanzado a las 17:40 horas, frente a los 41,1 grados registrados el 15 de julio de 2022-, fueron muchos los ciudadanos que decidieron cambiar su rutina y dejaron vacías las mesas del parque Ribera de Castilla que cada tarde ocupan, incluso para la celebración de cumpleaños y comuniones. Los pocos que se animaron a acudir a su cita con el 'as de oros' comentaban, sobre las nueve de la noche, que «aunque sea poco, es la única forma que tenemos de abstraernos y olvidarnos un poco de las altas temperaturas».

Meli Giralan es una de las vecinas de la Rondilla que, junto a sus amigos, no se pierde una partida en la chopera del parque Ribera de Castilla. «Venimos aquí todos los días, jugamos la partida y nos entretenemos, somos habituales entre semana. Los sábados y los domingos preferimos dar un paseo y acabar la tarde en un bar, que también habrá que tomarse algo tranquilamente algún día». Es habitual que el parque, según comenta, esté lleno de gente. «A partir de las 21:00 horas hay mucha, como te descuides te quedas sin mesa». Tal y como afirman, se trata de un lugar donde el calor «se lleva mejor», aunque no faltan las sugerencias de mejoras, porque «antes estaba en mejores condiciones, no sé si no riegan o que es lo que pasa, pero las ramas de los árboles se caen y es un peligro, estás aquí sentado y te pueden dar».

Vecinos de la Rondilla juegan a las cartas. Carlos Espeso

No comparte la opinión de que en este enclave se lleva mejor el calor Leoncio Pérez. «Donde mejor se combate es en casa», afirma rotundo. Sin embargo, la necesidad de socializar «al final hace que quedes con amigos, también hay que salir y conversar un rato con la gente, así que aquí estoy, he quedado a ver si echamos la tarde». Ayer era «raro ver las mesas tan vacías», señalaba, «aunque hace mucho calor, quizá por eso la gente se ha quedado en casa, pero si no esto es una fiesta».

Publicidad

Si se habla de merienda y partida ahí están Milagros Marín y sus amigas. Tortilla de patatas, refrescos y botellas de agua helada, los complementos ideales para una tarde de cartas. «Para qué vamos a ir a otro lado. En un bar pasamos más calor y nos sale más caro». También ellas destacan que es habitual que la zona «se llene de gente y de vida». a partir de las 21:30 horas, «suele haber más ambiente, pero en esta zona de las mesas, aunque tiene farolas, la iluminación es muy escasa, por lo que tampoco te puedes alargar mucho tiempo aquí».

El parque Ribera de Castilla y vecinos jugando a las cartas. Carlos Espeso

«Mientras juego no pienso en si hace calor, mi única preocupación es mi mujer, que me gana siempre», bromea Nazario Agúndez, vecino de la Rondilla. Comenta que habitualmente juegan la partida ellos dos solos, tranquilos y relajados, disfrutando del viento que corre por la ribera, «aunque alguna vez nos hemos juntado aquí seis u ocho personas». También apunta al calor, además de que «mucha gente está de vacaciones», la tranquilidad que reinaba anoche. «Aquí se montan saraos de hasta treinta personas con merienda y todo», una costumbre a la que, por el momento, ellos no se suman. «A nosotros nos gusta cenar en casa, nos traemos agua, por supuesto, pero no comemos aquí».

Publicidad

Vecinos con abanicos tratan de combatir el calor. Carlos Espeso

«Andamos como 'zombis', todo cerrado y aguantando como se puede», comenta otra de las vecinas de la Rondilla. «Hace unos días tuve que ir a urgencias porque con el calor sufrí una bajada de tensión». Sin embargo, y pese a las recomendaciones para evitar la deshidratación durante la ola de calor que azota España, una de sus amigas confiesa que, con 88 años, prácticamente no bebe nada de agua. Respecto al calor, pocas soluciones, dicen: «Muchas duchas para bajar la temperatura del cuerpo y venir aquí a jugar la partida». Es ya una rutina que en ocasiones cambian por el centro de día, que cuenta con ventilación.

Jóvenes pasean al perro por la ribera del Pisuerga. Carlos Espeso

No todo son habituales de la zona, también están los que acuden por primera vez. «Nosotras siempre paseamos por aquí y vemos que la gente viene aquí a merendar, así que hoy (por ayer), que hace mucho calor para andar, nos hemos animado a traernos agua y abanicos, imprescindibles, para echar la tarde aquí sentadas», explican un grupo de mujeres residentes en la zona. En términos similares se expresan unos jóvenes que, sentados en una de las mesas de madera del parque, esperan a otros amigos: «A mí me gusta mucho andar, yo soy de pasear de lado a lado, pero mis amigos me han dicho hoy que nada de caminar, que sentados de charla o nada, así que como esto está más vacío nos quedaremos aquí, aunque en la zona más cercana al río también se suele sentar mucha gente a pasar la tarde». Se refiere a una zona a escasos metros del río, donde la gente aprovecha para sacar a pasear al perro. «Nosotros no traemos merienda, ni tan siquiera agua. Salimos, siempre lo más tarde posible para que haga mejor, una hora para que el perro juegue un poco y nos volvemos a casa».

Este contenido es exclusivo para suscriptores

0,99€ primer mes

Publicidad