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La decisión está tomada y se aplicará después de la Semana Santa. El Ayuntamiento de Valladolid abordará una reordenación del tráfico en la calle Miguel Íscar para dar más espacio al vehículo privado. La vía sumará un carril para coches en dirección al Paseo de ... Zorrilla a costa de la eliminación del canal exclusivo para el autobús, que ahora discurre hacia la plaza de España. Toda la circulación en esta vía será pues de salida en dirección a la Academia de Caballería.
Desde hace ya unos meses, el equipo de gobierno municipal, con el alcalde como principal impulsor, barajaba diferentes alternativas para desahogar este embudo, en el que se crean retenciones, principalmente a horas punta. Con esta solución, se estima que la capacidad de absorción de tráfico en esta vía se incrementará entre el 30% y el 40%, lo que dará mayor fluidez a la movilidad rodada en esta céntrica arteria hacia el sur y el oeste de la ciudad.
En este momento, tras la entrada en vigor de la VA-10 –el plan de movilidad aplicado en el casco histórico en verano de 2020– la calle cuenta con tres canales en su calzada. Hacia Zorrilla:uno para el transporte público y otro para los automóviles. Hacia la plaza de España: uno exclusivo para Auvasa, taxis y bicis. Con la reforma, este último cambia de dirección y lo podrán usar los conductores.
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La calle Miguel Íscar recibe el tráfico del eje López Gómez-plaza de España, con cerca de 8.000 automóviles a diario, y el que llega desde las calles Gamazo y Dos de Mayo a través de la plaza de Madrid. Es una confluencia de viales que soporta un importante paso de coches y autobuses, que se pretende mejorar con esta alternativa. La reorganización se podría acompañar con un ajuste en la regulación semafórica para favorecer la agilidad circulatoria en todo el recorrido.
En esta ocasión, gana el vehículo privado a costa del transporte público. La reordenación implica también un cambio en el recorrido de las tres líneas de Auvasa que ahora utilizan el carril de Miguel Íscar hacia la plaza de España. La compañía ha diseñado ya el itinerario alternativo para las rutas 7 (Arturo Eyries-Los Santos Pilarica), 18 (Puente Duero-San Isidro-La Cistérniga) y 19 (Puente Duero-Hospital Río Hortega-La Cistérniga). Accederán al centro por el Paseo de Filipinos para llegar al cogollo de la ciudad a través de la plaza de Colón y Gamazo y recuperar a partir de esta vía sus recorridos habituales. Esto implicará un mayor tiempo para completar su trayecto, que se calcula en un minuto y medio más sobre el actual.
Además, quedará suprimida la parada de la plaza de Zorrilla situada frente a la Academia de Caballería, un punto de embarque y bajada de viajeros bastante utilizado por ubicarse junto al epicentro comercial de la calle Santiago. La alternativa para coger o bajarse de estas líneas en el punto más cercano sería la marquesina ubicada en el número 17 de la calle Gamazo, esquina con Bailén, o en la misma plaza de España. En el caso de la línea 5 (Entrepinos-La Victoria), que hace escala en esta marquesina, mantiene su recorrido, pero pierde esta parada. Utilizará la anterior, en el lateral del Campo Grande.
Los cambios que se aplicarán en la calle Miguel Íscar se suman a los que se llevaron a cabo, a finales de 2020, en el carril bici de Isabel la Católica. Será así la segunda modificación del Plan de Movilidad VA-10, diseñado para el centro de la capital. En el caso del canal ciclista, se acometió una obra para recuperar los dos carriles para coches en la confluencia de esta vía con el puente del Milenio desviando el tráfico ciclista por detrás de la entrada al aparcamiento de rotación y desplazando el tramo peatonal a través de un voladizo con el piso de madera sobre el parque de Las Moreras. Aquella intervención tuvo un coste de 100.000 euros y alivió, en parte, las retenciones de coches que se registraban en este punto.
Será a partir del día 18 de abril cuando la Concejalía de Movilidad y Espacio Público inicie los trabajos de reordenación de la calle. El edil responsable del área, Luis Vélez, estima que en dos semanas a partir de esa fecha podría estar concluida la intervención. «Es una obra sencilla, porque únicamente hay que cambiar las señalización vertical y horizontal», explica.
Eso sí, en el esquinazo de la Casa Mantilla hacia la Acera de Recoletos habrá que realizar una pequeña actuación, que comerá una pequeña franja de acera con el objetivo de que los autobuses articulados cuenten con un radio de giro a la izquierda suficiente para poder acceder a esta vía. Esta adecuación en la franja peatonal podría conllevar la reducción de algunas plazas del aparcamiento para motocicletas, que se sitúa al inicio de Recoletos. Por este último canal, exclusivo para buses, vados y carga y descarga, circulan las líneas ordinarias 2 (San Pedro Regalado-Covaresa) y 9 (Parquesol-Delicias-Polígono de San Cristóbal).
Apunta Luis Vélez un beneficio colateral de esta reordenación. La eliminación de la circulación de los autobuses por Miguel Íscar hacia la plaza de España mejorará la seguridad de los peatones que crucen de la plaza de Zorrilla hacia la calle Santiago. Muchos viandantes que utilizan este paso no son conscientes de que por su izquierda pueden llegar autobuses.
La aprobación el próximo martes de la norma que avala los carriles bus y bici abrirá un nuevo plazo para presentar alegaciones
J. A.
valladolid. El debate sobre la movilidad en la ciudad volverá al Ayuntamiento el próximo martes. El Pleno del Consistorio tiene previsto aprobar la ordenanza con la que se regula la demominada VA-10, que incluye los 21 tramos de carril bus en la alemendra central, así como los dos canales para las bicicletas construidos en la avenida de Gijón e Isabel la Católica.
El equipo de gobierno municipal ha tramitado esta norma después de que el Juzgado de lo Contencioso-Administrativo número 1 anulara, tras un recurso del PP, el decreto con el que se implantaron estas medidas de tráfico desde el verano de 2020 al considerar que se tratan de «cambios sustanciales» en la circulación y que, por tanto, deben aplicarse mediante una ordenanza, que conlleva mayores garantías al tener que ser aprobada por el pleno y estar abierta a las alegaciones.
Esta tramitación garantizaría el mantenimiento de la reordenación en el caso de que el Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León, ante el que ha recurrido el equipo de gobierno contra el fallo en el juzgado de primera instancia, mantenga el criterio de que es necesario aprobar las modificaciones mediante una ordenanza.
La aprobación, que saldrá adelante con los votos del PSOE y Toma la Palabra, iniciará un periodo para presentar alegaciones antes de su aplicación definitiva. En el plazo de sugerencias que se abrió en el mes de febrero, la Concejalía de Movilidad ha recibido cerca de cien propuestas, según informó entonces el departamento que gestiona el edil Luis Vélez. A buen seguro que la oposición volverá a la carga en sus críticas contra estas medidas. Hace dos meses, PP, Vox y Cs arremetieron contra los cambios aplicados, mientras que el ejecutivo local defendió sus beneficios para reducir la contaminación, con la apuesta por el transporte público y la bicicleta.
De hecho, en este cruce se registraron en su momento algunos sustos, lo que obligó al Ayuntamiento a colocar unos carteles junto al semáforo en el que se recomendaba mirar a la izquierda antes de atravesarlo. La intervención prevista elimina también este riesgo, según destaca el máximo responsable del área.
Con la reordenación de Miguel Íscar, el Ayuntamiento de Valladolid dará por concluidos los ajustes de su controvertido Plan de Movilidad, impulsado a raíz de la pandemia y con el que se busca reducir el paso de vehículos privados por la almendra central, al tiempo que se incrementa la velocidad comercial en Auvasa con los carriles exclusivos, que han permitido reducir en casi dos minutos el tiempo de viaje de las líneas que los utilizan.
Aunque hay otro punto conflictivo –la entrada al centro desde el Puente de Poniente–, los estudios realizados no consideran necesario abordar modificaciones. Según los datos del aforador de vehículos que controla este acceso, a diario cerca de 12.000 automóviles acceden al casco histórico a través de este paso sobre el Pisuerga, donde se considera básico mantener el carril bus por el que llegan las líneas que cubren la zona oeste de la ciudad de Valladolid.
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