La Calle Gamazo se despide de tres establecimientos emblemáticos por jubilación

Nicolás Gómez: 25 años trabajando en la Calle Gamazo entre zapatos

Nicolás Gómez baja la persiana de su negocio tras un cuarto de siglo dedicado en cuerpo y alma a la reparación de calzado en su tienda 'La llave y el tacón', ubicada en el número 30 de la emblemática calle vallisoletana. Aunque tal y como Gómez afirma «a reparación de calzado es un negocio que está destinado a desaparecer», al ya jubilado le hubiese gustado «encontrar a alguien que quisiera continuar con el negocio».

«Aunque ha evolucionado mucho desde que yo empecé con esta labor es un oficio que se ha echado a perder. Afronto la jubilación como un periodo para comenzar a tomarme la vida con calma y dedicar tiempo a la familia», señala el propietario de 'La llave y el tacón', que ya ha echado el cierre hace unos meses.

«Los recuerdos que tengo son todos buenos. He conocido a mucha gente de la zona y a profesionales como abogados, ingenieros o médicos. Conocer a la familia Cortejoso que empezó con Rigoberto, que era vecino de la calle, ha sido un lujo. He llegado a atender a su hijo Benito e incluso a sus nietos», recuerda Nicolás Gómez.

Yolanda Gómez: El fin de una saga familiar dedicada a la fotografía

Yolanda Gómez, fotógrafa de 'Foto Mife', en el número 10 de la calle Gamazo, heredó el negocio de la fotografía de su padre Luis Gómez Ferreras, jubilado hace varios años. Desde entonces se ha dedicado en cuerpo y alma a retratar e inmortalizar momentos que lucen su arte en miles de casa vallisoletanas y que «perdurarán durante toda la vida», explica.

La fotógrafa explica el paso de su padre a ella como un proceso muy paulatino: «Mi padre se jubiló, pero ha seguido ayudándome, viniendo y dándome consejos. Mi padre ha sido y será siempre el alma del negocio porque su vida es la fotografía y el negocio». «No va a haber sucesión porque el negocio de fotografía no es lo que era y a mí me ha llegado la edad. Lo podría heredar mi hija, pero no es lo que le interesa ni su verdadera vocación. Conmigo se acaba la saga», señala Gómez.

Aunque la fotógrafa confirma que no sabe cuándo hará efectiva su jubilación se marca de plazo hasta el verano que viene que bajar definitivamente la persiana del negocio familiar. «Tengo muchos recuerdos en esta tienda. Hay familias a las que hemos hecho el reportaje fotográfico de bautizos, comuniones y bodas de varias generaciones. Yo he vendido mi arte y mi forma de ver a través de un objetivo así que en muchas casas habrá retratos que duren toda la vida. Dejo un trozo de mi vida en este negocio», recuerda con añoranza la fotógrafa.

Víctor Zurita: Desde 1966 ligado a la Ginecología

La vida del doctor Víctor Zurita ha estado siempre ligada a la Ginecología desde diferentes ámbitos. A la docencia en la Universidad de Valladolid desde 1969 y la consulta privada desde hace 51 años. «Soy un médico del siglo pasado. En 1966 me gradué», bromea Zurita. Tras más de medio siglo y 26 años en la calle Gamazo, la clínica de consultas cierra definitivamente.

«Las pacientes, a las que hemos procurado dejar sus problemas lo mejor resueltos posible, continuarán con otros ginecólogos», asegura el doctor. «Reconozco que va a ser un cambio muy drástico, y un poco tardío, pues seguíamos trabajando a tiempo completo. A estas alturas de la vida, uno se ha labrado también otros espacios: familia con nietos incluidos, aficiones: me gusta el campo, la jardinería, viajar, la música en directo … y podré leer pausadamente y no entre obligaciones de trabajo», asegura Zurita, en relación a su inicio de jubilación.

No obstante, el ginecólogo con más de medio siglo de experiencia asegura que no se va a «olvidar de ser médico»: «Como Académico, sigo ligado a la Real Academia de Medicina y seguiremos con nuestros trabajos y sesiones». «Indudablemente el recuerdo que me llevo son mis pacientes, que, en estos días, con sus muestras de afecto, me lo están poniendo más difícil. Para ellas, mi más reconocido agradecimiento, por mantenerme como su ginecólogo durante tantos años, para muchas durante toda su vida», se despide Víctor Zurita.

Calle de Gamazo: una ubicación con historia

La arteria situada entre la calle Muro y la Acera de Recoletos, entre la Plaza de Colón y la Plaza de Madrid, recibió el nombre de calle Gamazo en 1890 en homenaje al político de la Restauración, Germán Gamazo (1840-1901). Sin embargo, década más tarde el Ayuntamiento de la ciudad decidió renombrar como calle de Fermín Galán. Corría el año 1931 cuando el Ayuntamiento decidió su modificación como recuerdo al capitán de infantería, jefe de la sublevación militar de Jaca que fue fusilado como cabecilla de la rebelión. Finalmente, y hasta la actualidad, la comisión gestora municipal el 12 de agosto de 1936 modificó al primer nombre de esta vía: La calle de Gamazo.