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El Café del Norte cambia de manosEl Café del Norte, el establecimiento hostelero con más solera de la ciudad, se renueva. El Grupo Día y Noche, propietario de negocios tan conocidos como El Farolito y su taberna, Los Ilustres, el Club 1844 (Círculo de Recreo), el Monsó y el Molly Malone, ... asumirá la explotación del bar-restaurante de la Plaza Mayor para renovar y actualizar su oferta sin que pierda esa esencia que acumula desde su inauguración en 1861, fecha que lo convierte en el más antiguo de Valladolid y, al menos, de Castilla y León.
La familia Castro-Sinde cederá el testigo a esta empresa hostelera local que quiere darle un nuevo impulso a un espacio mítico, que mantendrá su nombre, una referencia indiscutible del casco histórico. Explica Fran, uno de los nietos de la saga que a principios del siglo XX cogió el testigo de los fundadores -los Gómez-Sigler-, que ha llegado el momento de dar un «giro» en sus trayectorias tras más de ochenta años como estirpe del oficio detrás de la barra. «Se asegura la continuidad del Café y hemos pensado que este grupo de gente de la hostelería local de toda la vida puede ser el ideal para impulsarlo después de la reforma que se llevó a cabo hace ya quince años», destaca el copropietario.
De hecho, esa es la idea del grupo empresarial: sacar el máximo partido a la historia del establecimiento, algo que ya han desarrollado con el bar y el comedor del Círculo de Recreo (Club 1844). «El Café del Norte tiene una especie de minimuseo con muchos recuerdos y útiles antiguos de la actividad hostelera y la idea es poner en valor todo ese patrimonio, su historia...», explican los futuros gestores. A eso se suma trabajar todos los tramos horarios, desde el desayuno hasta la primera copa después de cenar, y añadir espacios para disfrutar. Las veinte personas que están en plantilla continúan, según confirman los futuros gestores.
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Será un relevo prolongado en el tiempo, ya que se realizará una «gerencia compartida» durante unos meses de manera que Día y Noche conozca las dinámicas específicas de un negocio con tanta solera y los entrantes contribuyan a ir renovando carta, servicios al cliente para, seguramente, afrontar más adelante un trabajo de decoración con las 'joyas' del trastero del Café del Norte. También se le dará una vuelta a la carta, un trabajo aún por definir, para ofrecer platos que calcen con el gusto de clientes.
«Estamos hablando de un negocio con más de 500 metros cuadrados entre el bar, el restaurante, la bodega y la coctelería; tiene una terraza maravillosa con vistas a la Casa Consistorial», destacan los nuevos socios del negocio. Esos lugares son los que se quieren potenciar en todas las franjas horarias. Que no quede solo la idea de que es un café al uso, sino que se trata de un lugar preparado para una oferta de ocio hostelero completa.
La página web del establecimiento recoge algunos pasajes a recordar de su dilatada vida. Abierto en 1861 en el número 5 de la calle Santiago, los Gómez-Sigler se mudaron en 1875 a la Acera de San Francisco número 27 (actual Plaza Mayor 11). Relatan en su historia que a finales de los 80 del XIX un grupo de jóvenes formó en el café el Pisto-Club, una tertulia llamada así por lo variado de los ingredientes que recogía cada cita. Los 'pistófilos' eligieron a José Zorrilla como figura de referencia. «Aunque en un inicio se negó, finalmente, acudió una tarde a la reunión y quedó enamorado del club y desde aquel día concurrió diferentes veces al círculo», explican en su portal.
Entre los años 20 y 70 del siglo XX, Café del Norte se convirtió en una escenario con actuaciones en el interior y en la terraza (con gran afluencia de público), «recreadas magistralmente en varias obras de Francisco Umbral, cliente habitual del establecimiento». También ha sido plató de diversas películas, cortos y series de televisión. Entre ellas, destaca 'Monseñor Quijote' (1988), protagonizada por sir Alec Guinness.
En 1884 se constituye en el negocio la primera Asamblea ciclista de Valladolid. Presidida por Jorge María Ledesma y con Narciso Alonso Cortés como vicepresidente, se redactó el primer reglamento para el uso de la bici en Valladolid, cuentan en su historia. Durante un año entero, allá por la década de los 40 del siglo pasado, el café se convirtió en la sede social del Real Valladolid Deportivo.
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