De bares con Luis Pérez: «El Lion D'Or es el sitio perfecto para desayunar»

Ignacio Repilado

Valladolid

Domingo, 22 de septiembre 2024, 08:54

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La fotografía, en ciertas ocasiones, es todo un arte consistente en capturar la realidad con precisión milimétrica, congelando instantes y emociones de forma completamente fiel a la realidad. La pintura, por su parte, podría describirse como una ágil mezcla de los colores plasmada a través del gesto del artista sobre el lienzo. Pero, ¿qué ocurre cuando ambos lenguajes se entrelazan hasta volverse indistinguibles?

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Esta habilidad —o, más bien, don— es una de las principales características de las creaciones del pintor hiperrealista Luis Pérez (Valladolid, 1978). Y lo cierto es que su obra cuenta con la capacidad de transportar a quien la contempla a escenas urbanas de lo más variadas: ya sean avenidas y distritos neoyorquinos; o 'mews' y 'crescents' de Londres. Precisamente, en la capital británica comenzó su afición por el motor, algo notable en algunos de sus cuadros en los que representa diferentes modelos de automóviles con tal nivel de detalle que casi se pueden escuchar sus escapes.

Desde el año 2001, sus cuadros representan paisajes y personas al lucir en decenas de galerías y exposiciones de Londres, París, Nueva York, Mónaco, Tokio, Madrid… y, por supuesto, Valladolid; ciudad que frecuenta al residir y trabajar en su estudio de pintura en Simancas.

El artista, que prefiere realizar planes durante el día a salir por la noche, a menudo disfruta del café en la zona de la Plaza Mayor, especialmente en el centenario Lion D'Or, donde se desarrolla la presente entrevista: «Aquí me gusta tomar un café a primera hora de la mañana». «Es el sitio perfecto para desayunar en el centro de la ciudad», declara.

De hecho, muchas de las personas que toman algo en esta icónica cafetería son testigos, sin saberlo, de una de las primeras creaciones del artista, realizada durante su etapa como dibujante previa a los lienzos. En la carta que la cafetería ha realizado este año para la Feria y Fiestas de la Virgen de San Lorenzo figura una representación del interior del local realizada por Luis Pérez en los años 90.

Para algo tan típico de Valladolid como el tapeo, el artista disfruta de la variedad y la calidad gastronómica que ofrecen algunos locales en las proximidades de la Catedral, como Los Ilustres o El Farolito. Sin embargo, si Pérez tiene que quedarse con uno de esta zona, escoge La Cárcava. Precisamente, al alternar por estos bares, el paisajista vallisoletano a menudo disfruta de un caldo joven, mejor si se trata de un Carmelo Rodero 9 meses, «un vino perfecto para muchas situaciones».

Otras de sus tapas favoritas en la ciudad pueden degustarse en El Angelillo, un clásico de Valladolid ubicado en el número 22 de la calle María de Molina: «El torrezno allí es fantástico», declara el artista. Sin embargo, si se trata de tomar una caña, Luis Pérez escoge la barra del Bar Suizo (Doctrinos, 4) a pocos metros de allí; «Es un bar muy de familia y amigos donde, a mediodía, preparan una gamba rebozada buenísima».

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Si se trata de comer o cenar, Luis Pérez recomienda la carta de El Bar, en el centro de la ciudad; así como el Restaurante Dámaso, ubicado en el hoyo 9 del campo de golf de La Galera. De hecho, el pintor describe a Dámaso Vergara, dueño de este último local, como «todo un artista».

Al caer la noche, el paisajista confiesa «no ser muy de copas ni de cócteles»; pero admite disfrutar de vez en cuando de una cerveza o vino en los anteriormente mencionados locales del entorno de la Catedral.

Dejando de lado lo gastronómico, en la ciudad de Valladolid existen diferentes lugares que el pintor considera con cierto encanto, como la Plaza Mayor o el Pasaje Gutiérrez, describiendo a este último como «un sitio estupendo y con mucho aroma en la ciudad». Quizá este sea el motivo por el que la centenaria galería comercial ha protagonizado algunos de sus dibujos «aunque tengo pendiente llevarla al lienzo», concluye entre risas el artista.