Valladolid

Bromas, juguetes infantiles y el furor de los 'Sonny Angels' invaden la Acera Recoletos

Este año los 'Sonny Angels' se cuelan entre los productos más buscados. Se trata de unas figuras coleccionables que vienen desde Japón, se pegan en el móvil o cualquier dispositivo electrónico y se caracterizan por llevar un gorrito diferente -de frutas, animales o flores- cada uno de ellos.

Noticia relacionada

De tapas y pinchos

Los mejores dulces navideños para probar en Valladolid

Diego Fernández

Sofia Acuña, encargada de Chocolatería Marga y la tienda de productos infantiles que se sitúa justo al lado de la de chocolate con churros, confiesa que «la venta de este año está siendo buena. Empezamos a mediados de diciembre y sobretodo vendemos mucho los fines de semana y el puente».

Ampliar

El chocolate caliente es uno de los productos más venden la decena de puestos que habitan en Navidad. «El mundo de los juguetes siempre tiene bromas, el cubo tira pedos, el grifo mágico que sale el agua de colores, y los 'Sonny Angels', que han sido un furor y vendemos muchísimo con gran aceptación», explica Sofia Acuña. Los hay de Disney, como Mickey Mouse y Minnie a la cabeza de los más buscados, de Stitch, uno de los juguetes más buscados estas Navidades, y de bebés con gorros de fruta, flores o incluso navideños.

Patricia Pérez, encargada del puesto de figuritas del Belén, heredó el negocio de sus padres hace unos años aunque todavía recibe su ayuda estos días navideños en la Acera Recoletos. «Me han preguntado muchísimo este año por reinas magas en vez de reyes. Buscan a las mujeres dentro de los personajes del Belén y obviamente solo tenemos Reyes Magos de Oriente, que es lo que viene escrito en la historia», destaca.

Durante todos los días navideños, hasta el 7 de enero, son muchos los vallisoletanos y visitantes que compran en estos puestos. «Este año se ha notado que hay muchos más turistas, han venido mucho el puente y seguramente lleguen en días claves próximos a Nochebuena o Fin de Año», afirma Patricia Perez, quien añade: «Tenemos clientes habituales. Vemos a niños que venían de pequeños con sus padres y abuelos y ahora ya han crecido y tienen sus casas y vienen a comprar figuritas nuevas cada año».