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Un mecánico revisa una bicicleta eléctrica en el taller de Biki del polígono de Argales. José C. Castillo

Valladolid

Biki sortea al vandalismo en los once meses que lleva en funcionamiento

Los responsables del servicio explican que el anclaje y el sistema nominativo de préstamo evitan los actos incívicos

Marco Alonso

Valladolid

Martes, 26 de diciembre 2023, 00:01

El servicio de préstamo municipal de bicicletas Biki cumplirá un año de funcionamiento el 1 de febrero y el balance, hasta ahora, es más que positivo en lo referente al número de usuarios, unos 1.500 diarios de media, y también en el apartado de ... incidencias. El gerente de Auvasa, Eduardo Cabanillas, es tajante a la hora de contestar a la pregunta sobre si las bicicletas de Biki han sufrido desperfectos ligados al vandalismo desde la puesta en marcha del servicio. «La respuesta es no. En otras ciudades en las que está implantado el servicio sí que ha habido destrozos, pero aquí no», indica Cabanillas.

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Anteriores servicios de préstamo de bicicletas en la ciudad sufrieron infinidad de actos vandálicos y hace años varias bicicletas acabaron en las aguas del Pisuerga y del Esgueva, pero ahora las cosas han cambiado. ¿Qué es lo que ha sucedido para que estos comportamientos se hayan erradicado y el nuevo servicio no haya registrado ni un solo acto vandálico en once meses? El director de servicio de Auvasa, Adrián Rodríguez responde a esta pregunta así: «El sistema de Biki es muy seguro y evita posibles desanclajes que puedan favorecer el vandalismo. Es uno de los sistemas más seguros, que nos permite saber en todo momento quién está usando la bicicleta. El usuario sabe que es el responsable de su bici y eso evita posibles efectos negativos en el uso», asevera Rodríguez, quien piensa que detrás del 'vandalismo cero' hay otros factores. «Esta es una ciudad amable con los servicios públicos en general y la trayectoria que tenemos en Auvasa así lo demuestra. Por ejemplo, las mamparas de los conductores de autobuses se han puesto por la pandemia, antes no había», añade.

El mantenimiento de bicicletas y estaciones se lleva a cabo en una doble vertiente: a nivel preventivo y correctivo. Para prevenir posibles averías, todos los meses se revisan cada una de las bicicletas del parque circulante en unas actuaciones cotidianas de aprietes de tornillería y frenos, ajustes de cadenas y cambios que se llevan a cabo tanto en el taller como en la calle, en el caso de que sea posible. En el apartado correctivo, el equipo de mecánicos, formado por unas ocho personas, se encarga de reparar las posibles averías y golpes que hayan podido surgir por el uso.

Pese a esa ausencia de incidentes causados por actos incívicos, el director de servicio califica como «intenso» el trabajo que se realiza en los talleres de Biki del polígono de Argales, aunque los modelos elegidos son robustos y precisan de un mantenimiento poco exhaustivo. «Son unas bicicletas que nos están dando muy pocos problemas porque están diseñadas para un uso extensivo y masivo. Por destacar alguna de las averías que más se dan podríamos hablar de ajustes de motor y frenos. Pero las incidencias son pocas, salvo casos puntuales. La ciudadanía está usando la bicicleta con mucho cuidado», afirma Rodríguez, quien destaca el bajo número de incidentes registrados desde el 1 de febrero. «Tres o cuatro bicicletas hemos tenido que reparar por golpes después de que alguien se haya dejado la bici sin anclar y ha habido algún desperfecto», señala para añadir después que «no hemos perdido ninguna bicicleta en lo que llevamos de servicio ni tampoco nos hemos encontrado bicicletas destrozadas».

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Llegarán más bicis eléctricas

97 son las estaciones repartidas por la ciudad con 1.900 anclajes que permiten, todos ellos, la recarga de bicicletas eléctricas. Esta red consigue que el 80% de la ciudadanía de Valladolid disponga de una bicicleta de préstamo a menos de 250 metros de su casa o trabajo. El servicio dispone de dos tipo de bicicletas: las naranjas, que son mecánicas y han costado unos 750 euros por unidad, y las azules, que cuentan con asistencia eléctrica y tuvieron un coste de unos 2.200 euros cada una. Inicialmente, el sistema se diseñó para que hubiera un 25% de modelos eléctricos, sin embargo, la demanda de la bici eléctrica triplica a la de la mecánica y desde el servicio se explica que actualmente casi la mitad de los 800 modelos en funcionamiento son eléctricos, un número que se aumentará el próximo año con la llegada del servicio a algunos pueblos del alfoz. La idea es que las nuevas bicis que se comprarán para atender las necesidades de las nuevas estaciones sean todas eléctricas.

La ciudad estrenará 22 nuevos parkibicis antes de fin de año

La nave de Biki del polígono de Argales ya tiene en su interior los 22 nuevos aparcamientos cerrados para bicis (Parkibici), pertenecientes a la segunda fase de instalación de estos espacios. Ya se han determinado los puntos aproximados en los que se colocarán estos nuevos puntos, aunque el gerente de Auvasa, Eduardo Cabanillas, se niega a hacer públicas las ubicaciones, ya que piensa que «puede haber cambios de última hora».

Con cambios o sin ellos, lo cierto es que la ciudad pronto contará con estos 22 nuevos parkibicis, elementos cuya implantación no está siendo tan exitosa como la del servicio de préstamo de bicicletas, tal y como reconoce el director de servicio de Auvasa. «Es un servicio que necesita un largo recorrido, que suele tener una proyección a más largo plazo», explica Adrián Rodríguez poco antes de añadir que se han presentado una serie de ofertas para potenciar el servicio. «Hemos lanzado una promoción con dos tipos de tarifas: la de residente y la de rotación. Con la de residente tienes que aparcar en una plaza asignada y puedes usar el resto de parkibicis y con la de rotación, por un euro al mes, tienes acceso a todos los parkibicis de la ciudad. Así hemos intentado elevar la curva de demanda», añade.

El éxito o fracaso de los nuevos aparcamientos dependerá principalmente del lugar en el que se instalen, si se atiende a las palabras de Adrián Rodríguez. «Depende mucho de las ubicaciones. Por ejemplo, llegamos a ocupaciones de entre el 80% y el 90% en sitios como Doctrinos o San Luis, aunque hay otros puntos con menor demanda que llegan al 40%», indica el jefe de servicio que define la aceptación que está teniendo el aparcamiento instalado en el aparcamiento subterráneo de la Plaza Mayor, estrenado hace dos meses, de esta manera: «Al ser un aparcamiento con 44 plazas, que es un poco más grande que los demás, y en una ubicación de destino tampoco tenemos una ocupación muy alta. Estamos detectando entre siete y ocho bicicletas de media. Esperamos que, poco a poco, suba la demanda», concluye el director del servicio, que mira con esperanza al futuro de este servicio.

El servicio incorporará bicicletas de carga y adaptadas

El Ayuntamiento de Valladolid se encuentra trabajando para sacar a licitación el suministro de dos nuevos modelos de bicicleta que se podrán ver por la ciudad el próximo año:unas bicicletas específicas para el transporte de cargas y otras adaptadas para personas con discapacidad

La idea es afrontar esta ampliación del servicio como un proyecto piloto, con un número de unidades bajo que se podrá incrementar en el caso de que se vea que el número de usuarios es elevado. En lo referente a las bicicletas de carga, el objetivo que se tiene es poder ayudar al comercio en el reparto a domicilio. «La idea es incentivar a empresas y autónomos a usar la bicicleta como modo de reparto de su mercancía o de la de terceros. Además, también pensamos que estas bicicletas también se puedan usar por familias que quieran llevar a sus niños», señala el director de servicio de Auvasa, Adrián Rodríguez.

En cuanto a las bicicletas adaptadas, el Ayuntamiento pretende contar con modelos que permitan su uso a personas con discapacidad en colaboración con la asociación Indisvall. El modelo que se elija tras el proceso de licitación debe permitir que un guía pueda dirigir la bicicleta y, a su vez, llevar a una persona con discapacidad, con el objetivo de que todos los vecinos de la ciudad puedan utilizar este servicio, tengan las capacidades que tengan.

La inclusión de estos dos tipos de modelos en el parque de bicicletas municipales ya se ha llevado a pequeña escala en otras ciudades y Valladolid lo incorporará el próximo año. El proyecto está en una etapa muy inicial y Rodríguez piensa que es pronto aún para hablar del precio que tendrá el uso de estas bicicletas. «A lo largo del año iremos diseñando el nuevo servicio», apunta para explicar después que estas bicicletas están disponibles a finales de 2024.

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