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«Aquí hay un poco de todo, aunque dentro de lo esperado, sin cosas demasiadas raras por ahora», apuntan los operarios que estos días se afanan en la limpieza de la dársena del Canal de Castilla, en La Victoria, una labor inédita en los últimos 71 años ... que ofrece ahora una estampa también desconocida de una dársena vacía y prácticamente ya sin lodo antes de la pasarela de la avenida de Gijón. Nada menos que diez mil toneladas de barro -tonelada arriba, tonelada abajo- estiman que han sacado durante el primer mes de trabajos para dejar al descubierto la solera de este antiguo puerto fluvial, que estuvo en uso entre los años 1836 y 1959, cuando el canal era aún navegable.
Más de siete decenios de historia mezclada con una capa de dos metros de espesor de lodo que salen ahora a relucir entre el fango en forma de objetos curiosos y, sobre todo, muchos escombros y basuras (botellas, cristales, ruedas...) arrojados durante años (71 en concreto) al fondo de la dársena. «Lo más curioso que hemos encontrado por ahora son cintas de casete, como una con los grandes éxitos de Concha Piquer», destacan los operarios antes de relatar que del fondo del canal han sacado «muchísimas muñecas y zapatos, una bandolera de cuero de cartero, tazas...». Un poco de todo. «Y no... -sonríen-, no hemos encontrado cuerpos ni nada raro más allá de montones de desperdicios mezclados con el lodo».
Las labores de limpieza de la dársena, que cuentan con un presupuesto de 641.000 euros, comenzaron a principios de abril y muestran ya fondo de la dársena prácticamente despejado y seco a falta de la retirada del lodo acumulado junto al dique, habilitado a cuatrocientos metros de la pasarela de la avenida de Gijón (a la altura de la calle Dársena), pendiente de sacar del canal. Los operarios tienen prácticamente listo el anunciado 'by pass', en forma de tubería doble de grandes dimensiones, destinado a mantener temporalmente el suministro de la planta potabilizadora de Las Eras, que suministra habitualmente el setenta por ciento del agua potable de la ciudad.
El suministro, no obstante, está «garantizado» al captarse parte del agua de la toma de emergencia del Pisuerga y haber multiplicado la producción de la potabilizadora de San Isidro (capta el agua del Canal del Duero) para llevar el agua a toda la ciudad a través del denominado 'anillo mil', una conducción circular que conecta las dos plantas potabilizadoras con la red.
La Confederación Hidrográfica del Duero (CHD), responsable de los trabajos, prevé que estos se prolonguen durante un año. La intervención, al margen de la limpieza, está dirigida a la impermeabilización de la dársena y el refuerzo de los sillares y juntas sobre una superficie de seis mil metros cuadrados. A su vez, en este caso a a la altura de Cigales, se habilitará un desagüe de seguridad del canal.
La CHD prevé a medio plazo recuperar las dos márgenes del canal y algunas de las edificaciones existentes en torno a la dársena y los vecinos, en este sentido, recuerdan que llevan años reclamando que se habiliten senderos peatonales en el tramo que parte de la avenida de Gijón, donde en los últimos años se han abierto dos restaurantes en los inmuebles del antiguo puerto fluvial.
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