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El guionista y director de cine Arturo Dueñas, en la cafetería Patton Pub. Rodrigo Jiménez

Mi plan favorito en Valladolid

De bares con Arturo Dueñas: «Tomar algo después de una película es de mis tardeos preferidos»

El cineasta vallisoletano comparte su amplio repertorio de lugares donde tapear «y echar la partida»; así como algunas anécdotas de rodaje

Ignacio Repilado

Valladolid

Domingo, 8 de septiembre 2024, 09:01

Arturo Dueñas (Valladolid, 1962) es un polifacético director de cine y guionista especializado tanto en películas como documentales.

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Además de contar con una amplia filmografía como productor, actor, editor y director —que aglutina más de una decena de documentales y cortometrajes— ha impartido clases de ... Lengua y Literatura Españolas en Estonia, Hungría, Brasil o Portugal. En el año 2022 fue nominado a los Premios Goya por su cortometraje documental 'Dajla: cine y olvido'.

Natural de Esguevillas de Esgueva, municipio vallisoletano donde pasó gran parte de su infancia y al que ahora rinde homenaje con su productora 'La Esgueva Films', Arturo Dueñas vino a Valladolid para cursar sus estudios. «Desde entonces vivo en la ciudad, aunque he pasado muchos años en otros lugares, a menudo en el extranjero».

«Según pasan las épocas de la vida, los planes que a uno le gustan varían mucho»

Como afirma Dueñas, según pasan las épocas de la vida «los planes que a uno le gusta hacer varían mucho». En la actualidad, uno de sus 'tardeos' ideales es «ir a ver una película», especialmente en los 'Cines Casablanca' que actualmente regenta. Aunque también es seguidor de otras artes escénicas como el teatro. «Estar unas dos horas encerrado en otro mundo es una experiencia fabulosa, aunque dar una vuelta y salir a tomar algo después de ver una película también está muy bien».

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Sin embargo, todos los miércoles deja de lado las cámaras y los escenarios para «alternar con un grupo de cuatro amigos y echar una partida al tute». «Una vez cada trimestre intentamos acordar un día para jugar a las cartas durante casi una jornada laboral», afirma entre risas. «Es un plan estupendísimo, al igual que ver algún partido de fútbol», comparte como orgulloso 'colchonero'.

Un gran repertorio de restaurantes «de menú del día»

Precisamente, cuenta con toda una guía gastronómica elaborada de manera conjunta con este grupo de compañeros de mesa y juego: «Buscamos todos aquellos restaurantes que pudieran contar con un menú del día 'de toda la vida'». De entre los locales, menciona especialmente el Colombo: «Tras el rodaje de 'Secundarias', mi última película, todo el equipo fuimos a este restaurante en Cantarranas, ya que ofrecía una excelente relación calidad-precio cerca del lugar de rodaje».

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En la misma línea, otros de sus menús del día de referencia pueden encontrarse en el bar Central Park (Alamillos, 4), la Cafetería Santa Cruz o la Casa de Galicia, que comparten la plaza del Colegio de Santa Cruz, en los números 10 y 4, respectivamente.

Para desayunar, disfruta en bares tanto cerca de la Escuela de Ingenierías Industriales (donde también dirige la biblioteca) como en su barrio: «Un bar que se encuentra muy cerca de la antigua biblioteca de Ingenierías es la cafetería 'Buona Vita'». De este ultimo aprecia particularmente el trato del personal: «Cuando entras en un bar y te sientes casi como que eres de la casa es algo muy placentero», afirma.

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Otra de sus cafeterías preferidas en la zona es el 'Bar Iglesias', que, además, le sirve como «hemeroteca»: «El gerente del bar guarda todos los periódicos de la semana en una caja, lo que me es de gran utilidad para ponerme al día». Sin embargo, reconoce con humor que el fin real de este curioso hábito queda lejos de preservar la información local, al servir el papel para «dar más consistencia y apariencia» a los bolsos que se comercializan en los puestos del mercadillo que se levanta cada sábado en las cercanas calles Doctor Ochoa y Prado de la Magdalena.

Por otro lado, en Caño Argales, su barrio, suele desayunar en El Vapor de Bardulia o en el River Valley. Precisamente, define a este último bar-restaurante en el número 35 de la calle Panaderos como un «clásico absoluto» donde más allá de tomar café «puedes disfrutar de su carta y, por supuesto, de un partido de fútbol». A pocos metros de allí se encuentra La Belle Époque, un café con ambientación clásica recomendado por el cineasta al igual que La Alforja o La Ferroviaria, este último «también ideal para jugar la partida».

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Para algo tan típico de Valladolid como ir de tapas, elige el restaurante Don Bacalao' en la plaza de las Brígidas. «Por esta zona también se encuentra el Bar Cervantes, en la calle Doctor Cazalla, donde ponen unas tapas estupendas y se puede comer muy bien».

«Cuando viene gente al cine a presentar alguna película, vamos a tomar algo a La Sepia, en la Plaza Mayor, y salen encantados»

Ya en el centro, el guionista y director de cine afirma que en el entorno de la Plaza Mayor y alrededores «se puede comer muy bien incluso eligiendo un bar al azar». En este sentido, reseña el curioso hecho de que «en dos de los bares más típicos del centro de Valladolid, el principal producto de sus cartas poco tiene que ver con la meseta». Es el caso de La Mejillonera y La Sepia: «Muchas veces, cuando viene gente al cine a presentar alguna película vamos a tomar algo a La Sepia, en la Plaza Mayor, y les encanta; además, son dos lugares con mucha solera en Valladolid».

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Bares «de cine»

Alrededor de la catedral existen diferentes bares y cafés que el cineasta suele frecuentar, como el Berlín o el Kafka. Sin embargo, de entre ellos, Dueñas confiesa tener «especial debilidad por el Largo Adiós»: «A parte de ser ser un bar que frecuenté durante mi época estudiantil, allí se grabaron diferentes escenas de mi película Corsarios», ya que Fernando Urdiales y otros protagonistas lo solían frecuentar.

A pocos metros de allí se encuentra El Farolito, que también acogió pasajes del mencionado documental. «Se trata de dos bares, junto con el mítico Penicilino, donde por aquel entonces se cocía la vida teatral y cultural de Valladolid», recuerda emocionado el director de cine. «Otro bar que también echo de menos donde a menudo veía los partidos del Atleti por la noche es El Jovy, con las decepciones y alegrías futbolísticas que esto implicaba, aunque ahora la peña atlética se encuentra en El Corresponsal».

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Si se trata de ir a tomar un vino o una caña, habitualmente disfruta de un Ribera o Cigales (también tinto, por supuesto) acompañado de una tapa a pocos metros de los cines Casablanca en La Grata Parada o en La Bici; aunque en este último prefiere el vermú.

La cafetería Patton Pub, una «segunda oficina»

Avanzando en el día, la cafetería Patton Pub es uno de los lugares que a menudo el cineasta frecuenta durante las tardes para tomar un café «o para tomar una cerveza oscura o combinado por la noche». «El ambiente es muy bueno y se puede estar aquí tranquilamente charlando», comparte. «Está tan próximo a los cines Casablanca que a menudo lo utilizamos como oficina para encontrarnos con la gente en un ambiente muy agradable», afirma entre risas.

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Arturo Dueñas, frente a los cines Casablanca. Rodrigo Jiménez

Otro de sus lugares favoritos para ir después de una comida es la Cafetería Mozart, en López Gómez: «Es un bar que frecuentaba cuando trabajé en la Facultad de Derecho y que actualmente es testigo de nuestras partidas, acompañadas de un chupito o cubata», declara divertido.

Tampoco deja de lado la zona universitaria, guardando especial recuerdo de la Tramoya, un bar que abrió durante su época de estudiante; o Apple Rose, donde los camareros son «muy atentos y amables». «Es un área buena tanto para desayunar como para tomar un café de sobremesa o una copa por la noche», comparte alegre.

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Su rincón especial, una joya mudéjar oculta en medio de la ciudad

Dejando lo gastronómico de lado, Arturo Dueñas reconoce que en Valladolid existe una gran cantidad de lugares estupendos, tanto para conocer y pasear como para rodar: «Es una ciudad estupenda para grabar», confiesa. «Si quieres, puedes simular una escena de playa en el río, pero también tienes toda la zona peatonal histórica». «Destaco especialmente los diferentes palacios de Juan Mambrilla».

Torre-puerta del palacio de María de Molina que comunicaba el recinto real con la villa. El Norte

El cineasta, además, descubre en esta entrevista un rincón de la ciudad muy poco conocido entre los propios vallisoletanos que parece sacado del sur de España: «En los alrededores de la calle de Colón existen muchos lugares para conocer, especialmente el arco mudéjar de las Huelgas Reales».

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Se trata de una torre-puerta del palacio de María de Molina, único elemento mudéjar que se conserva en la ciudad. «Ahora mismo solo se puede ver un poco de la parte superior, ya que se encuentra tapiado tras los muros del colegio de las Huelgas Reales», en el número 1 de la calle Estudios. «Creo que es un rincón de gran valor en el que muchos vallisoletanos no caemos y que casi nunca citaríamos», concluye, invitando a dar mayor reconocimiento al histórico arco de ladrillo.

La próxima semana

El siguiente domingo conoceremos el plan favorito de José Luis de Pablo, popularmente conocido como 'El Duende Eléctrico', así como sus lugares favoritos para desayunar, tapear o tomar una copa en Valladolid.

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