La banda del Porsche asalta una gasolinera y roba en los talleres de Renfe

Y fue este último golpe, el de la gasolinera de Plenoil, el que llevaba el sello inequívoco de esta nueva banda, que bien podría bautizarse como del Porsche, con reminiscencias innegable con las versiones desarticuladas en los últimos años de la banda del BMW. Las cámaras de seguridad captaron la llegada de los delincuentes a bordo de un flamante Porsche Cayenne, un modelo idéntico al utilizado para intentar desvalijar tres sucursales el martes siguiente, al filo de las tres de la mañana del domingo.

Los delincuentes, en esta ocasión, fueron directamente a la oficina de la estación de servicio, donde forzaron la cerradura de la puerta de entrada para después revolver su interior y causar cuantiosos daños materiales tanto en el mobiliario como en los equipos informáticos del negocio. Buscaban, con toda probabilidad, una caja fuerte y dinero en efectivo. O no encontraron la caja o no lograron extraerla, si es que la había. El caso es que los delincuentes huyeron finalmente con las manos vacías a bordo del todoterreno de la marca alemana.

Y también en un Porsche Cayenne, y con el mismo resultado, realizaron en la madrugada del martes una ruta de más de noventa kilómetros que comenzó en una sucursal de la localidad salmantina de Valdelosa y que continuó en dos oficinas bancarias, ya en la provincia vallisoletana, de Alaejos y Rueda. En ninguna de las tres lograron botín alguno, si bien en la oficina de Cajamar en Rueda sí lograron arrancar de cuajo una pesada caja fuerte de 900 kilos, que sacaron a la calle, pero que no consiguieron abrir. Así que de los tres escenarios se fueron de vacío.

De vuelta a la capital, aunque en la madrugada del viernes, se registró otro llamativo asalto en los terrenos aledaños a los nuevos talleres de Renfe del Páramo de San Isidro. Allí los delincuentes, en un golpe con menos similitudes que los posteriores de los bancos y la gasolinera, abrieron un boquete en un almacén de una empresa subcontratada por Adif después de mover una pesada máquina que les impedía el paso y accedieron a la caseta para sustraer herramientas (taladros, radiales...) valoradas en 5.000 euros. Después huyeron sin dejar rastro.

La sucesión de robos de los últimos días se cobró dos 'víctimas' en las madrugadas del sábado y del domingo. En la primera ocasión, con Aldeamayor como escenario, los delincuentes sí lograron reunir un botín de 21.000 euros después de asaltar una sucursal bancaria y de reventar el cajetín del cajero automático (no de Cajamar como se informó inicialmente). Al día siguiente, esta vez sí en una oficina de Cajamar en Cigales, los delincuentes volvieron a protagonizar otro robo fallido.

De manera que en un intervalo de cinco días, entre el pasado viernes y el martes, se han registrado en la provincia cuatro asaltos a sucursales bancarias, además de un quinto en Salamanca, y dos más en una gasolinera de la capital y en las obras ferroviarias del Páramo de San Isidro. Los autores, en dos de las madrugadas, utilizaron un Porsche Cayenne para desplazarse entre los distintos escenarios.