Francisco Blanco, concejal de Hacienda y Modernización administrativa

Valladolid

«Bajar el IBI supondrá ingresar 8 millones de euros menos al año»

Exjugador del club de rugby VRAC Quesos Entrepinares –fue 19 veces internacional con la selección española y subcampeón de Europa en 2019– y licenciado en Derecho y Máster en Derecho y Gestión del Deporte, ha ejercido en despachos de Madrid y Valladolid y fue asesor jurídico de la Agencia Antidopaje durante dos años.

–¿Hay dinero o no hay dinero en el Ayuntamiento de Valladolid?

–Hay, pero no es lo que nos esperábamos. ¿Qué hemos descubierto en el Ayuntamiento de Valladolid? Había un informe de la Airef, que contenía una serie de recomendaciones, una serie de estudios con diferentes entidades locales españolas y estamos a la cola. Y las recomendaciones al Ayuntamiento son claras. Evitar gastos estructurales y evitar una disminución de ingresos. Y la petición de que se enviara un análisis a la propia Airef en el que se reflejara la previsión de ingresos y gastos del Ayuntamiento de Valladolid en el futuro. Y esta previsión dice que en el Ayuntamiento se prevé un déficit para el ejercicio 2023 de en torno a 32-33 millones de euros. Esto no nos lo esperábamos. Tampoco esperábamos que había una operación de préstamo en la que hay un organismo tutelante, que es la Junta de Castilla y León, que te tiene que autorizar a pedirlo. Y de 35 millones que se piden solo se autorizan nueve. Con estas cartas hay que jugar. Y tienes un presupuesto que no era tuyo, hay que hacer frente a unos gastos extraordinarios que no estaban presupuestados en el ejercicio de 2023, como la gala de los Goya, la aminoración del ticket de Auvasa y la amortización del préstamo de otros años.

–Habla del informe de la Airef, pero ya lo conocían. Es de abril.

–Pero había una petición de información de la Airef al Ayuntamiento, de mayo, que no se había atendido. Aterrizamos y nos encontramos con ella. Este concejal lo primero que hace es solicitar una ampliación del plazo a la Airef para recabar la información presupuestaria que nos piden para poder enviársela.

–Y a pesar de esto están comprometiendo inversiones importantes. Cinco millones para el puente de Poniente, dos millones para el carril bici…

–Con cargo a otros ejercicios, seguramente, y el carril bici a cargo de los propios remanentes del Ayuntamiento de Valladolid.

–¿Hay remanentes?

–Sí, el Ayuntamiento tenía unos remanentes importantes.

–Decía Óscar Puente que, si cumplían con su programa, Valladolid no podría concurrir a fondos europeos adicionales.

–Eso es totalmente falso. El concejal de Movilidad hizo declaraciones respecto a esto y no es así. Y esas valoraciones están totalmente hinchadas. El Ayuntamiento acometerá las infraestructuras comprometidas con los fondos Next Generation y recibirá los fondos con respecto a lo comprometido.

–Los proyectos con fondos europeos van a seguir adelante.

–Entendemos que sí. Son actuaciones de mis compañeros, pero seguirán porque son positivas. Es positivo que vengan fondos europeos a la ciudad de Valladolid.

–Se comprometieron a mejorar la Limpieza y se habló de incrementar la plantilla. ¿Cómo casa esto con esas cifras?

–Cuando llegamos, con el Gobierno anterior en funciones no se había contratado al personal que se debía haber contratado en el Servicio de Limpieza. Y lo que hemos hecho nada más llegar es incrementar el personal, tanto de peones como de conductores. Van a ayudar a que el servicio funcione de la mejor forma y no esté tan tensionado como antes.

–El anterior equipo de Gobierno cubrió el 100% de la tasa de reposición cada año pero con más énfasis quizá en Bomberos, Policía Local… Son muchos servicios municipales, no sé si le ha dado tiempo a hacer un diagnóstico de cómo están.

–El Ayuntamiento de Valladolid tiene 2.500 trabajadores más los de las sociedades mercantiles, Auvasa, Nevasa, Viva… De ellos, 1.160 son laborales y 1.360 más o menos, funcionarios. Eso te dice que el Ayuntamiento de Valladolid es casi la primera empresa de Valladolid. Y los trabajadores de este Ayuntamiento son algo primordial.

–Se ha acometido el rejuvenecimiento de alguna de esas plantillas.

–De hecho hay una oferta de empleo público para 2023, tenemos dos años para atenderla pero se empezarán a tomar decisiones en el último trimestre de este año.

–También prometieron bajadas de impuestos: el IBI y el impuesto de circulación de vehículos.

–El impuesto de vehículos es de los más caros en Castilla y León y es nuestra promesa del programa electoral y la vamos a afrontar lo antes posible. Barajamos diferentes escenarios, ha sido de las primeras medidas que he tomado con los funcionarios, contemplar esos escenarios para ver cómo afectaría esa minoración.

–La Airef le ha dicho que no disminuya ingresos.

–Ha dicho que no se aminoren ingresos estructurales. Como pueden ser los impuestos. Veremos qué dice el informe del interventor.

–Le han hecho un puzle paradójico. ¿Cómo combinan esas piezas?

–Para eso estamos nosotros, para gestionar e intentar que se amolden de la mejor manera posible.

–¿Ha hecho un cálculo de cuánto dejaría de ingresar el Ayuntamiento?

–Si aminoramos un 10% el impuesto de vehículos, en torno a 1,5 millones. Bajar el IBI un 10% sería en torno a 8 millones de euros. Luego caben diferentes escenarios. Bajar un ejercicio un 5% y al siguiente otro 5%, por ejemplo. Pero a ver qué nos encontramos en 2024.

–Hay que esperar a ver qué pasa con las reglas fiscales, claro.

–Sí, parece que se va a levantar la suspensión que había sobre las reglas fiscales y los escenarios de presupuestos de 2024 se antojan, ¿cómo diría? Entretenidos.

–Es una concejalía complicada. Porque es a la que vienen los demás a pedir dinero.

–Se dice que un Gobierno municipal es un Gobierno de coalición entre el concejal de Hacienda y los demás compañeros. Y desde esa visión intentaremos darle lo mejor a los compañeros, pero siempre teniendo en cuenta el interés general.

–La crítica que le van a hacer es evidente. Si baja impuestos habrá que recortar de otro sitio. ¿De dónde?

–La idea es gestionar bien. No hay que introducir la idea de los recortes, del miedo a los recortes. Lo que hay que ser es eficaces, eficientes y, sobre todo, gestionar.

–Si Feijóo no logra conformar Gobierno, ¿qué hacemos con el soterramiento?

–El soterramiento es un derecho irrenunciable de todos los vallisoletanos…

–Eso como eslogan de campaña ha estado bien.

–Y es que es así. Esté quien esté de presidente de Gobierno es un mandato de este equipo de Gobierno reivindicarlo ante quien sea. Incluso ante Europa. ¿Por qué no puede financiar Europa este soterramiento? Creo que debemos luchar por ello, no nos podemos resignar. Este proyecto será el más ambicioso al que se enfrente Valladolid, como en su día desviar el cauce del Esgueva. Hay que tener objetivos grandes e ir a por ellos.

–No hace tantos meses que era usted la opción favorita de Jesús Julio Carnero para aspirar a la Alcaldía. Antes de que le nombraran a él, claro.

–Lo desconozco. Ahora mismo el alcalde es Jesús Julio Carnero, estamos empezando este proyecto y estamos comprometidos con él al 100%.

–Pero, ¿se vio en algún momento con posibilidades de ser designado candidato?

–No, no, no. Hay que ser prudente, hay gente que tiene experiencia y no. El mejor candidato era Jesús Julio Carnero y así se han dado los resultados. Y de hecho en la ciudad se respira cierta ilusión con que sea el nuevo alcalde de Valladolid.

–Usted es teniente de alcalde y demuestra esa confianza que él tenía en usted. De hecho es de los que siguen del anterior grupo municipal y con muchas responsabilidades.

–Hombre, de la oposición al equipo de Gobierno, cualquier responsabilidad es un poco más… [sonríe]. Demuestra la confianza y espero estar a la altura desde la prudencia y la responsabilidad que supone tener este puesto.

–Y sin embargo en octubre de 2020 cuando entra como concejal por Borja García Carvajal llegó a tener dudas de entrar.

–Me daba mucha responsabilidad entrar en política. Venía del deporte, después tengo un despacho de abogados, y al entrar en política pierdes un poco ese anonimato, el control de tus redes sociales, por ejemplo… Y eso daba respeto y lo tuve que sopesar con mi familia, con mi pareja. Una vez que hemos entrado, nos está gustando.

–No han pasado ni tres años. Y ha sido un vértigo continuo.

–Me acuerdo perfectamente porque fue el año del confinamiento, estaba trabajando en el despacho de abogados, en el que llevábamos mucho tema laboral, y fue un año de estar hasta arriba. De no dormir, de estar pendientes de las comparecencias del ministro, de los decretos, de los ERTE… Y fue pasar de una vorágine a otra.