Lleva listo para su estreno cinco meses, pero este atractivo rincón con vistas a la fachada trasera Monasterio de la Huelgas Reales permanece todavía cerrado a cal y canto. El Ayuntamiento, a través de la Concejalía de Urbanismo, y la comunidad de propietarios del ... número 5 de la calle Alamillos están intentando llegar a un acuerdo para poder estrenar la nueva plaza dedicada al arquitecto Francisco de Praves (1586-1637), un recogido espacio con doble entrada por Ramón y Cajal (junto al bar El Tío Molonio) y por el propio portal del edificio, concretamente por el acceso para los coches que aparcan en el garaje del bloque, y por donde entrarían a esta nueva zona estancial los vehículos de emergencia o servicios en caso de que fuera necesario.
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Asegura el concejal Ignacio Zarandona que aún quedan unos «flecos» por solventar y confía en llegar a un entendimiento «pronto» -este lunes celebran una nueva reunión- y poder proceder la inauguración de esta plazoleta diseñada por el arquitecto Álvaro Finat. El escollo estaría, según apunta el edil, en el reparto de los gastos de mantenimiento de este miniclaustro de 400 metros cuadrados y en el establecimiento de los horarios para su apertura al público.
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En ambas entradas figuran ahora sendas señales en las que se determinan los periodos de cierre autorizados. De octubre a marzo habría que clausurarla entre las ocho de la tarde y las ocho de la mañana, mientras que de abril a septiembre, se cerraría entre las diez de la noche y las ocho de la mañana, según se lee en los carteles. Así, en el caso de la cancela junto al Tío Molonio, que incluye unas letras con el nombre de la plaza, será bien la Policía Local o los empleados de Parques y Jardines los encargados de abrir y clausurar. Sin embargo, las aperturas y cierres por Alamillos son competencia de los vecinos.
El problema reside en que en el caso de la entrada por esta última calle el portón da acceso da también a la rampa del garaje del inmueble. Es un espacio privado de uso público, mientras que la plaza es íntegramente de propiedad municipal, pero no hay una separación física entre ambas superficies. «Ese pasaje es de la comunidad; cuando se construyó el edificio ya estaba previsto ese acceso para los vehículos de emergencia a la plaza y por eso es tan alto. Esto tiene un horario determinado de uso y por la noche se cierra, como otros espacios de la ciudad, para que no se produzcan problemas», explica el responsable de Urbanismo.
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Ambas partes negocian ahora cómo, quién y en qué horarios se permitiría la entrada, así como el «ajuste de gastos para la limpieza e iluminación de la zona», entre otras obligaciones de mantenimiento, que asumiría en su mayor parte el Consistorio, pero que hay que poner «por escrito», según puntualiza Zarandona. El Ayuntamiento asegura que las posibles reticencias que ahora puedan exponer los vecinos por lo recóndito de su ubicación, en lo que antes se podría asimilar a una especie de patio de luces de los bloques residenciales, no están justificadas, porque el enclave no ha surgido «por sorpresa». «Ellos saben desde el principio, antes de la construcción del edificio, lo que iba a ser», subraya el edil.
Este diario aprovechó esta semana la entrada de un coche al garaje para acceder a ella. Dentro está todo listo. La plaza, en la que destacan un conjunto de grandes marcos que enfocan diferentes vistas de la parte posterior del monasterio, cuenta una pequeña zona estancial ajardinada con diez asientos de piedra en semicírculo (tres de ellos con respaldo) y un balancín infantil en el centro. Además, hay ocho farolas y dos papeleras a estrenar. El acceso desde Ramón y Cajal se habilita por el estrecho pasillo que hay entre las trasera del inmueble religioso y la fachada posterior de un bloque residencial de los números 9-11, donde los residentes tienden su ropa.
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La creación de la plaza, dedicada al arquitecto Francisco de Praves, hijo de Diego de Praves y autor, entre otros trabajos, del claustro del Monasterio de las Huelgas, ya estaba contemplada en el Plan General de Ordenación Urbana de 2004. Posteriormente, hubo que tramitar una unidad de normalización, figura que permitió al Ayuntamiento recibir el suelo para poder incorporarlo al PGOU vigente, aprobado en 2020. Para abrir el espacio hubo que demoler antes unas naves que estaban adosadas a la fachada trasera del complejo religioso y que tapaban la vista ahora recuperada. La inversión municipal en su acondicionamiento ha ascendido a 223.850 euros, IVA incluido.
El estreno de esta plaza no es lo único pendiente en este entorno. La fachada principal del Monasterio de las Huelgas Reales, en la avenida Ramón y Cajal, frente a la Facultad de Medicina, permanece desde hace tres meses acotada con una vallas de protección de la Policía Municipal ante la caída de cascotes por el mal estado de la cubierta. Según explica Zarandona, la propiedad ya ha presentado un proyecto para reparar toda la techumbre del inmueble, que presenta problemas en los aleros y tejas levantadas. La Comisión de Patrimonio analiza la documentación para dar vía libre a las obras de reparación.
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