Valladolid empieza el año con tasas e impuestos municipales congelados

El resultado es que las tasas e impuestos, de momento, se quedan como están para 2024. No es una bajada, como prometía el PP, que asegura que cumplirá su promesa a lo largo de este mandato. Pero es que rebajar el IBI (Impuesto de Bienes Inmuebles) podía suponer dejar de ingresar 8 millones de euros al año, según la primera estimación que realizó Francisco Blanco al poco de llegar al cargo. Sin embargo, el propio edil de Hacienda deja claro que, en cierto modo, supone ya una rebaja. «La idea es seguir con los mismos tipos impositivos y conservar las bonificaciones fiscales y exenciones que ya había. Nos hubiera gustado bajar los impuestos, tenemos un mandato entero para hacerlo y veremos cómo lo afrontamos, porque no nos apartamos de nuestro compromiso», explica. Y aclara: «Ahora mismo, en el contexto inflacionista que tenemos, en el que han subido los suministros, los costes de personal, mantener los impuestos puede suponer una pequeña rebaja, porque al ciudadano le sigue costando lo mismo un servicio que cuesta bastante más, y ese incremento de precio lo asume el Ayuntamiento».

Y a pesar de esa congelación de impuestos y tasas, que el anterior equipo de Gobierno mantuvo durante ocho años «con una subida del 19% del IPC en ese periodo», según el ex concejal de Hacienda, Pedro Herrero, las cuentas del nuevo tándem municipal PP-Vox contemplan un aumento significativo de la recaudación. Se basan, explican en la memoria del proyecto de presupuestos, en el estado de las cuentas actuales. Así, en el capítulo de impuestos directos pasan de presupuestar 115 millones en 2023 (PSOE-VTLP) a 120 millones en 2024 (PP-Vox). Se debe, señalan, a que en 2023, «por un criterio de prudencia por aplicación del nuevo sistema de cálculo» se consignaron 3,25 millones de euros. A mes de diciembre de este año, sin embargo, ya se superaban «los cinco millones de euros» recaudados. Además, incluyen un incremento del 5,1% del dinero que se obtiene del Estado por la cesión de recaudación del IRPF. Esto se acordó en la última Comisión Nacional de Administración Local, en la que la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, anunció que las entregas a cuenta para las entidades locales aumentarían en ese 5,1%, lo que repercute en todas las partidas que llegan desde el Gobierno.

También sube presupuestariamente la recaudación por los impuestos indirectos. «El grueso del aumento de previsión se deriva de las previsiones de recaudación por el impuesto sobre construcciones, instalaciones y obras (ICIO)». En 2023 se presupuestaron 6,2 millones de euros por este conceto, pero se han recaudado más de 9, lo que permite al Ayuntamiento ser optimista para el año próximo.

En el capítulo de tasas y otros ingresos, que incluyen los precios públicos, se pasa de los 88,7 a los 95,3 millones de euros, también basándose en los ingresos recibidos en 2023. En este caso se produjo a principio de curso lectivo una reducción en el tiempo de algunas actividades, como la natación para bebés, y Valladolid Toma la Palabra criticó el aumento de precio «en un 16%» en el deporte base y el deporte escolar, crítica que compartió la Federación de Padres de Alumnos de Valladolid (FAPAVA).

Otro capítulo que ha provocado roces con la oposición ha sido el de Nevasa, una sociedad que ya es 100% municipal y que ha experimentado algunas variaciones en las tasas. El equipo de Gobierno pone por delante la rebaja en algunos conceptos, como el 2% en la concesión de las unidades de enterramiento. mientras que el PSOE se detiene en otros que han experimentado una subida del 2%. Por ejemplo, se han aplicado rebajas a los féretros más caros (de entre un 10 y un 20%) o en la cremación de cadáveres (pasa de suponer 849 euros a 764). Pero se han incrementado un 2% los precios de los ataúdes más baratos, lo que en la práctica supone entre 5 y 13 euros de aumento, o las flores o el acondicionamiento del cadáver. La grabación de la lápida es de lo que más sube, un 10%, de 158 a 174 euros, al igual que la contratación del servicio funerario de «prenecesidad», que pasa de 1.872 euros de precio neto a 2.066.