Valladolid

El Ayuntamiento reforzará la vigilancia del Campo Grande, pero ve «complicado» el control de las aves

Es el segundo año consecutivo en el que los cisnes son tristes protagonistas de la historia de este parque. En julio de 2023, otras cuatro crías de esta especie, de una pollada de cinco, también desaparecieron, aunque no sus progenitores. Entonces, el personal que cuida el espacio ya dio por hecho que habían sido sustraídas bien para su venta o para llevárselas a alguna finca.

García Pellitero considera que «en el día a día» no se registran problemas en este pulmón verde del centro de la ciudad, que en verano cierra sus puertas a las doce de la noche, pero analizará con el Servicio de Parques y Jardines, en especial con el capataz y los operarios que se encargan del mantenimiento de estas once hectáreas, las posibles actuaciones para dar mayor seguridad al espacio y a la fauna que alberga.

No obstante, en el caso de las aves, el edil ya avanza que su control es «complicado». «Las posibilidades serían anillarlas o ponerles localizadores, que en caso de robo tampoco son demasiado eficientes, ya que se pueden quitar fácilmente; servirían para rastrear en caso de que se hayan ido a otro sitio», acota.

Por el momento, el Ayuntamiento ha interpuesto hoy mismo una denuncia ante la Policía Nacional. Fuentes del cuerpo de seguridad han explicado a este periódico que se iniciará una investigación tanto del entorno en el que vivía la familia de cisnes como mediante el visionado de las cámaras de bancos y comercios de alrededor del jardín histórico para comprobar, a través de las imágenes, si alguien se llevó los ejemplares.

Los agentes también entrevistarán al personal de jardinería y comprobarán el estado de los accesos para saber si han sido forzados con la intención de entrar fuera del horario habilitado par la visita. La Policía Local, por su parte, está aprovechando las rutas de las patrullas para revisar diferentes zonas, especialmente junto al río Pisuerga, por si las aves se hubieran desplazado a este entorno, ya que en ocasiones salen del recinto. Puede, aunque es poco probable, que el aguacero las asustara y al ser muy protectoras en periodo de crianza salieran del área en busca de un refugio más seguro.

Esta desaparición de la familia de cisnes ha provocado la reacción de muchos vecinos que son usuarios habituales del parque. El pasado 4 de junio, durante la elaboración de un reportaje de El Norte, ya alertaban de que esto podía pasar tras lo sucedido un año antes y reclamaban mayor vigilancia en el Campo Grande.