Una joven atraviesa la calle Catedral. Rodrigo Jiménez
Valladolid

El Ayuntamiento prueba un pavimento más resistente en la calle Catedral para las vías peatonales

El material aguanta temperaturas de hasta 70 grados centígrados, lo que evitará que se produzcan las grietas y abombamientos registrados en María de Molina

J. Asua

Valladolid

Miércoles, 5 de octubre 2022, 14:28

El Ayuntamiento de Valladolid prueba en la recién peatonalizada calle Catedral, que une la plaza de Portugalete con Regalado y Cánovas del Castillo, un nuevo pavimento asfáltico con el objetivo de aplicarlo en otras vías reservadas en exclusiva para los viandantes, como María de Molina ... o el eje Menéndez Pelayo-Claudio Moyano, cuyo tratamiento no ha dado los resultados esperados. El nuevo material, según ha explicado el alcalde, resiste temperaturas de hasta setenta grados centígrados frente a los cincuenta que aguanta el utilizado normalmente.

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Puente considera que no generará los problemas que se han registrado en María de Molina y que han provocado grietas y abombamientos en algunos puntos. La escasa resistencia al calor del asfalto aplicado en esta calle ha provocado que se levantara la capa de 'slurry' rojo con la que se decoró.

Puente sí confirmó que la intención de su equipo es seguir utilizando color en las vías peatonales, a pesar de que sea más sufrido el negro que ahora luce la calle Catedral. Lo que busca el Ayuntamiento es contar con unos materiales a un coste más bajo y con buena funcionalidad frente a otras soluciones más caras, como las del adoquín de Teresa Gil o las baldosas de la Plaza Mayor, que obligan a realizar reparaciones constantes para su correcto mantenimiento, con el coste que ello conlleva.

La solución adoptada en Catedral ha consistido en la transformación en plataforma única de todo el tramo comprendido entre la rampa de acceso al aparcamiento subterráneo de Portugalete y la intersección con las calles Cánovas del Castillo y Fray Luis de León. El pequeño tramo entre el inicio de la rampa del estacionamiento y la intersección con la calle Tintes, único que conserva cierto tráfico rodado, se ha pavimentado con adoquines de granito. Entre Tintes y el final de la intersección con Arribas se han utilizado losas de granito. En el tramo que desemboca en Cánovas se ha recrecido la calzada hasta su enrase con las aceras. En este caso, se ha utilizado una mezcla bituminosa con betún de mayor resistencia a las altas temperaturas. La inversión, fruto de los presupuestos participativos, ha alcanzado los 85.000 euros.

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