El Ayuntamiento fija en 2024 la rehabilitación de los 130 bloques de Las Viudas

Pues bien, el Consistorio quiere ahora retomar el renovado proyecto de rehabilitación integral de los 130 bloques de viviendas (humedades, aislamientos...), inaugurados entre los años 1962 y 1963, que la actual corporación actualizó hace cuatro años y que contemplaba ya entonces una inversión global de 26,6 millones de euros (el coste presumiblemente será ahora aún mayor) a ejecutar en un lustro siguiendo el modelo del plan aún en curso de remodelación de la barriada casi gemela del 29 de Octubre de Pajarillos (inaugurada en 1964 y en la que se han reformado ya buena parte de sus inmuebles).

Tanto es así que el alcalde, Óscar Puente, se ha aventurado este jueves a poner fecha al inicio de las obras, en «un plazo de dos años», en el que sería uno de los proyectos de recuperación urbanística más ambicioso llevado a cabo jamás en la capital. Su plazo de ejecución alcanzaría los cinco años y conllevaría, en paralelo, la urbanización de todo el conjunto (en cuanto a las calles) y un impulso a los problemas sociales que ya se están llevando a cabo en el centro social.

El regidor, que ha visitado las recién concluidas obras de urbanización, y rehabilitación de paso, de la plazoleta central del grupo Aramburu (el núcleo central de las dos barriadas colindantes), ha desvelado que el Ayuntamiento trabaja ya con la Junta de Castilla y León para cerrar los pormenores del denominado Plan Especial de Reforma Integral (PERI) del Polígono 'Viudas-Aramburu', que así se llama, con el fin de sacar adelante el proyecto a partir de 2024. «Estamos negociando el plan con la Junta y, a la vez, al tratarse de un proyecto que recibiría fondos europeos hay marcados unos plazos fijos que hay que cumplir y esperamos poder acometer el inicio de la rehabilitación completa de las viviendas en un plazo de dos años con un modelo similar al del 29 de Octubre», ha anticipado el alcalde.

Los primeros pasos para sacar adelante la necesaria remodelación urbanística y social del conjunto conocido popularmente como Las Viudas, que ocupa un amplio picón de Delicias situado entre la avenida de Segovia y, por un lado, el paseo de Juan Carlos I (grupo Aramburu) y, por otro, la calle Embajadores (Las Viudas), ya están dados. Algunos ya vienen de atrás, como la recuperación del antiguo colegio Segundo Montes, que abrió sus puertas como centro social en 2011 en el corazón de la barriada, situado en la plazoleta ahora remodelada entre las calles Duratón, Zapardiel y Eresma, con la finalidad de ejercer de motor social del entorno. Cuatro años después, al otro lado de la avenida de Segovia, entró en funcionamiento la comisaría de distrito de la Policía Municipal (inaugurada en 2015) en el también aulario abandonado del antiguo colegio Luis Vives.

Y el último paso, aún tímido, pero significativo, para dignificar y rehabilitar la barriada se ha dado este mismo año con la rehabilitación integral de la plazoleta en torno al centro social Segundo Montes. Allí se han invertido 414.000 euros para renovar toda la red subterránea de agua potable y alcantarillado y, sobre todo, para urbanizar en superficie el amplio espacio de 2.600 metros cuadrados. Un lavado de cara integral para ofrecer a los vecinos, más de cuatro mil entre los dos grupos de viviendas, un «espacio estancial y digno», según ha destacado el alcalde.

No es para menos si tiene en cuenta que el firme descarnado que presentaba la plazoleta que gira en torno al Segundo Montes (el aulario se cerró en 2009) estaba prácticamente sin tocar desde los años sesenta y su deterioro, en paralelo al del conjunto de la barriada, era cada vez más evidente. La intervención ha renovado el firme, hormigonado (un material más sufrido) por un lado, el principal, y adoquinado en el corredor peatonal que discurre por el lateral del centro social (entre la avenida de Segovia y el paseo de Juan Carlos I). En el nuevo espacio se ha renovado a su vez e incrementado los puntos de luz, incorporado una decena de bancos y parterres en los que se plantará arbolado en los próximos días para rematar una obra, solicitada por los vecinos a través de los presupuestos participativos, y que no ha estado exenta de contratiempos.

Los trabajos, que comenzaron en febrero y que debían estar listos en junio, tuvieron que abandonarse antes del verano por problemas de la constructora adjudicataria y el propio Ayuntamiento asumió las obras, ahora concluidas, hace apenas dos meses. Los defectos en las redes subterráneos encontrados al reanudar dichos trabajos obligaron a rehacer parte de lo ya ejecutado y el presupuesto de la intervención, que inicialmente se fijó en 246.979 euros, acabó casi duplicándose hasta alcanzar los 414.000. «Era una intervención necesaria para dignificar este espacio y confiamos en poder llevar a cabo a continuación (en ese plazo de dos años) el proyecto de rehabilitación de todas las viviendas», ha incidido Óscar Puente.