Avisos sin multa hasta el verano a los vehículos sin etiqueta que entren en la zona de bajas emisiones

El edil ha avanzado este lunes algunas claves del despliegue para poner en marcha el área libre de contaminación, que afectará también, en un primer momento, a parte de las 20.000 motos que pagan el impuesto de circulación en la ciudad y que tampoco cuentan con etiqueta debido a su antigüedad. El edil ha confirmado que ya ha comenzado la instalación de la fibra óptica para el sistema de 32 cámaras con lector de matrícula que controlará la ZBE, mientras que en la Junta de Gobierno del pasado lunes se autorizó la contratación de cuatro grandes pantallas informativas (en total serán 19) para trasladar a los conductores diferentes aspectos de esta nueva medida.

Estos primeros soportes se ubicarán en el Paseo de Zorrilla con Daniel del Olmo (a la altura del LAVA), en Padre Acosta con Mieses, en la avenida de Gijón con la Carretera de Fuensaldalña y en la avenida de Segovia con Juan Carlos I. Gutiérrez ha explicado que las pantallas, situadas en puntos clave de importantes arterias de tráfico, permitirán que los conductores que se encuentre en las proximidades de la ZBE sean conscientes de ello y puedan tomar la decisión correcta sobre la entrada o no en función de las características de su vehículo y los condicionantes establecidos por la ordenanza con el objetivo de no incurrir en infracciones y poder utilizar itinerarios alternativos en su desplazamiento.

Los futuros paneles se integrarán con las 14 pantallas de información variable ya en funcionamiento y que ofrecen datos relativos a las plazas de estacionamiento libres existentes en las distintas zonas reguladas por la ORA, los aparcamientos disuasorios, la disponibilidad de puestos en los subterráneos públicos para coches, así como otro tipo de información relativa al tráfico, como pueden ser obras en la vía pública o restricciones a la circulación por la celebración de eventos.

Además, la concejalía ha reservado una partida de medio millón de euros para contratar el sistema de gestión de la zona de bajas emisiones. Será una empresa externa la que se encargue de controlar los accesos a través de los dispositivos de videovigilancia, tramitar las posibles sanciones en coordinación con la Policía Local y organizar esas autorizaciones, que permiten la entrada a la zona restringida independientemente de la etiqueta con la que cuente el vehículo.

Alberto Gutiérrez no ha querido avanzar si se incorporarán algunas de las alegaciones que se han presentado a la ordenanza hasta que el informe no sea analizado por parte del equipo de Gobierno. El concejal ha avanzado que algunas de las propuestas, sobre todo las relativas a exenciones puntuales de «pequeños colectivos», se podrían aceptar, pero en otros casos, como la limitación horaria de la ZBE que solicitan otros, no se admitirán «porque la zona se ha establecido de acuerdo a unos modelos y ahora es muy difícil cambiarlo entero». Es probable que sí se atiendan las peticiones de algunos colegios y centros de enseñanza que dan servicio dentro del perímetro para que se pueda llegar a ellos en coche o moto.

El calendario de aplicación de la zona de bajas emisiones comenzará este próximo 1 de enero, aunque sin sanciones hasta julio, para los vehículos sin etiqueta ambiental y que suponen el 17% del parque móvil que a diario circula por la ciudad. El siguiente hito se fija para el 1 de enero de 2026 cuando se vetará la entrada de los vehículos con etiqueta B. Ya el primer día del año 2030 se sumarán a estas restricciones los que cuenten con etiqueta C. A partir de entonces, solo podrán circular libremente los ECO y los 0 Emisiones.

La ordenanza recoge ya una batería de exenciones que permiten el acceso previa autorización municipal. Podrán entrar, por ejemplo, los vehículos de las personas físicas o jurídicas empadronadas en la zona de bajas emisiones. También los que acrediten la propiedad de plazas de garaje particulares o en alquiler en el interior del área y que aparquen en ellas. Se permitirá el acceso a talleres ubicados dentro del perímetro y a los aparcamientos públicos o privados para la clientela alojada en los hoteles o pisos turísticos. La entrada será asimismo libre para acudir al hospital, a citas médicas o a clínicas veterinarias.

Como medida de carácter social se establece que podrán entrar y aparcar en el área de bajas emisiones los coches de las unidades familiares con ingresos anuales inferiores a 1,3 veces el IPREM anual, incrementados, en el caso de unidad familiar o de convivencia, en un porcentaje por cada miembro adicional (20% por el primer miembro adicional, 10% por el segundo y 5% por el tercero y siguientes) hasta el límite máximo del 2,1 del IPREM anual, por unidad familiar, incluyendo sólo un vehículo por cada familia.