La avenida de Soria pasa a ser urbana para impulsar el parque logístico y 8.000 pisos

La Concejalía de Planeamiento Urbanístico y Vivienda tendrá las cosas más fáciles a partir de ahora para diseñar futuras conexiones tanto con este nudo de transporte por ferrocarril como con los dos barrios de nueva factura que están previstos en la margen izquierda de esta calzada (dirección Peñafiel) y que sumarán nada menos que 8.000 pisos en la próxima década.

Según recoge la propuesta de acuerdo, la avenida, con una longitud de casi dos kilómetros (1.963 metros) se encuentra en suelo urbano consolidado, lo que aconsejaba una gestión municipal para darle un tratamiento de ciudad. Ahora su aspecto es bastante lamentable y hasta el momento las exigencias y condiciones que establecía el Ministerio de Transportes (antes Fomento) para poder actuar en ella eran complejos y engorrosos al tratarse de un tramo nacional. Que es una avenida de alto uso lo acreditan los datos. Cada día circulan por ella un total de 25.729 vehículos, de los que 975 son camiones de gran tonelaje. En los planes del Ayuntamiento de Valladolid entra una reforma de la vía para humanizarla y mejorar su estética general, pero el principal objetivo será abrir nuevas uniones transversales.

Una de las áreas a desarrollar se sitúa en el Páramo de San Isidro, donde está ubicado el complejo de los talleres de Renfe. Ahora son más de medio millar los trabajadores los que cada día tienen que acudir al enclave laboral, pero eso es solo una avanzadilla. Detrás de las naves en las que se reparan los trenes está previsto el desarrollo de un primer barrio, Ciudad Jardín San Isidro, con capacidad para 4.610 viviendas. El denominado sector 53 cuenta con 158 hectáreas, de las que setenta corresponden a los talleres, 22 están destinadas a espacios libres y 66 al plan residencial, diseñado para compensar a los propietarios de estos suelos por la construcción del complejo ferroviario. Su desarrollo aún tardará –los técnicos municipales estiman que se puede comenzar a construir dentro de un plazo máximo de unos ocho años–, pero hay que trabajar con previsión para dotarlo de conexión con el resto de la trama urbana.

A esta zona de viviendas su sumará el tráfico que generará, cuando cristalice el proyecto, el futuro parque logístico y agroalimentario en el que está empeñado el Ayuntamiento. En este caso, sus dimensiones, 150 hectáreas en una primera fase, y la actividad que se llevará a cabo en él, donde el tráfico de grandes tráileres será protagonista, obliga a ir diseñando una red de viales para darle acceso y salida. Adif acaba de adjudicar, además, la construcción de la nueva estación para trenes de mercancías, que se convertirá en el eje de esta nueva área industrial.

Más cerca de la avenida de Soria también habrá movimiento. Los terrenos de San Juan y Valdezoño, situados justo enfrente del polígono de San Cristóbal, esperan desde hace años el impulso a un plan parcial en el que están previstas más de 3.000 viviendas, además de una gran parcela de carácter dotacional. En un primer momento, este espacio iba a albergar un centro comercial, pero ese proyecto decayó. Le siguió otro plan par ubicar en su lugar una infraestructura de tipo sanitario, aunque tampoco salió adelante. «Los propietarios le están dando una vuelta ahora para ver cómo lo impulsan», apuntan en Planeamiento Urbanístico al tiempo que confirman que el retraso en su desarrollo llevó el año pasado a decretar la caducidad del proyecto de actuación. No obstante, acotan las mismas fuentes, la intención de los propietarios es retomar su tramitación.

De la nueva gestión municipal queda fuera la última rotonda entre Valladolid y La Cistérniga, que conecta con la VA-30 y que a horas punta es un punto negro de tráfico por las retenciones que se generan en ella. El pasado mes de febrero, el Ministerio de Transportes adjudicó por 441.630 euros un contrato para la redacción del proyecto de remodelación de este enlace, que, de momento, no se ha plasmado en obras.