Auvasa quiere gestionar un nuevo parking en Isabel la Católica y el servicio de préstamo de bicicletas de Valladolid

El concejal del área, Luis Vélez, mantuvo ayer reuniones con los portavoces del PP, Ciudadanos y Vox para trasladarles este modelo, que ya tiene un proyecto en ciernes: la construcción de un nuevo estacionamiento subterráneo en Isabel la Católica, que complemente al que ahora da servicio en esta vía, de propiedad pública, pero gestionado por Zarzuela, y que cuenta con 650 plazas (244 de ellas para residentes). Falta por definir aún su viabilidad o la capacidad que debería tener, pero se recupera así un antigua idea de la que ya se habló cuando se inauguraron los actuales sótanos en el paseo por parte de León de la Riva, allá por agosto de 2002.

El objetivo es ofrecer más plazas en el exterior del casco histórico para que el conductor pueda dejar su coche y moverse luego por el centro bien a pie, en bicicleta o en autobús para hacer sus gestiones.

Sin duda, la construcción de este futuro cajón para dejar el automóvil, que se ubicaría entre el Instituto Núñez de Arce y la calle San Quirce, sería la primera actuación de peso de esta nueva empresa, que seguiría manteniendo su actual nombre, pero que ganaría muchas más competencias en la materia.

El edil explica que con estas modificaciones se busca mayor eficacia y autonomía en la toma de decisiones y que los beneficios que genere en este caso el parking se puedan reinvertir en la mejora de la circulación en todos sus sentidos. No entra en los planes del Ayuntamiento, según acota Vélez, rescatar las concesiones vigentes de los siete aparcamientos de su propiedad (Plaza Mayor, Zorrilla, Campillo, Milenio, Portugalete, plaza de España e Isabel la Católica), ni tampoco hacerse cargo de las 1.633 plazas de los otros tantos estacionamientos disuasorios, que ahora están regulados por la ORA y en manos de la empresa Dornier.

En el caso del servicio de préstamo de bicicletas se trataría de llevarlo de forma directa, porque la actual fórmula de concesión es más rígida e impide, por ejemplo, la ampliación de las estaciones para coger o dejar ciclos o la modernización de las tecnologías, como podría ser la introducción de vehículos eléctricos. Vélez no descarta que en un futuro esta fórmula de empresa de movilidad, que funciona en otras ciudades, gestione también un servicio de patinetes. Ya ha habido contactos con algunas firmas, pero está muy verde y hay que esperar a definir bien cómo y por dónde deben circular.

El cambio de modelo ha sido acogido con escepticismo por parte de la oposición. José Antonio de Santiago-Juárez, viceportavoz del PP, deja claro que ahora no toca hablar de esto. «Queda aparcado hasta que pase el pleno sobre movilidad, que se celebrará el próximo jueves y en el que queremos resoluciones positivas que corrijan este despropósito en el tráfico que han creado sin consultar con nadie; han convertido el centro en una ratonera», incidió ayer a la salida de la reunión.

Para Martín Fernández Antolín, de Ciudadanos, Auvasa es quien está marcando los tiempos de las políticas de movilidad. «Le han puesto la alfombra roja para la acción política a su gerente y se están sobredimensionando las competencias de la compañía», destacó. En su opinión, «no hay una dirección ni planificación clara» en materia de tráfico, cuando la empresa atraviesa, además, «una mala situación por los datos que se conocen». «Auvasa ha convertido un transporte que nos debería conectar a los vecinos, en un transporte que no desconecta», dijo, aunque se muestra dispuesto a estudiar y reflexionar sobre la propuesta conocida en el encuentro.

Javier García Bartolomé, edil de Vox, recuerda que su formación llevaba en el programa la creación de una empresa de movilidad como la que plantea ahora el gobierno de Óscar Puente y destaca, también, que en la última moción propusieron la construcción de un aparcamiento en Isabel la Católica para dar servicio al centro. «Lo que no nos convence en absoluto es que Auvasa se dedique a la construcción y explotación de aparcamientos», señaló el concejal, quien apuesta por un modelo público en concesión, como el actual, o mixto, como el de Mercaolid, que «está dando buenos resultados».