Expedientado un chófer de Auvasa por embestir a un conductor con el que tuvo un altercado

El pasado sábado 4 de junio, en torno a las 20:15 horas, José Luis Gato se dirigía a cubrir una sustitución en la empresa de servicios para la que trabaja y fue en una de las paradas de la Avenida de Medina del Campo donde se encontró con un autobús de Auvasa, el que recorre la línea 7. El chófer quiso incorporarse al carril izquierdo y, según cuenta Gato tuvo que dar «un brusco frenazo -en una zona donde la velocidad máxima permitida son 50 kilómetros por hora- porque se me metió en mi carril y lo hizo sin ningún miramiento».

Al esquivar al autobús, que se incorporó de inmediato al carril izquierdo, el conductor -al volante de un Dacia Lodgy- se cambió de carril, esta vez al derecho, para ponerse a la par con el chófer de Auvasa y fue entonces cuando comenzó entre ambos un rifirrafe en plena conducción, en el que las palabrotas y los improperios por las dos partes duraron varios segundos. Hasta llegar al semáforo de la Avenida de Medina del Campo (a la altura de la calle Sotavento).

De hecho, el conductor de 44 años, tal y como explica, se puso delante del bus de la línea 7 con intención de detenerse junto a él en la siguiente parada. «Quería que fuese consciente de la maniobra que había hecho sin previo aviso con el autobús, por eso me puse delante de él con el coche, para coincidir».

Los pasajeros que se encontraban en ese momento en el interior del autobús, unas seis personas, presenciaron cómo el conductor paró su coche en la calzada (ya en la calle Sotavento) se bajó rápidamente y llamó de forma insistente a la puerta del bus para que el chófer le abriera.

«No me acuerdo muy bien de lo que pasó, creo que le dije: 'A ver si tenemos más cuidado, no se puede salir así', y cuando quise darme cuenta el autobús arrancó y yo estaba entre su lateral y mi coche, que estaba junto a la acera. Estaba como en mitad de un sandwich y entonces, y de forma consciente, comenzó a arrastrarme unos diez o doce metros. Me podía haber matado», señala José Luis, que ha sufrido lesiones en las costillas.

«Tengo tres rotas y tengo que guardar mucho reposo, pero podría haber sido peor y podría haber quedado aplastado», dice el vallisoletano, que fue trasladado al Río Hortega, aunque no fue necesario su ingreso en el hospital.

Tal y como informan desde Auvasa, «el conductor, una vez que finalizó la ruta llamó a central para dar su versión de lo sucedido. Aunque nos enteramos de todo por la policía, que ha sido quien nos ha solicitado las imágenes», explica Álvaro Fernández, gerente de Auvasa, quien puntualiza: «Falta verdad en ambas versiones».

Desde la empresa de transporte han informado que además han abierto un expediente disciplinario «muy grave» al chófer, que ha estado al frente de la empresa 24 años y que se encuentra de baja tras lo sucedido. «No podemos hacer declaraciones porque hay una investigación policial en curso. Solo podemos confirmar que nos han solicitado las grabaciones de las cámaras de seguridad del autobús para esclarecer lo sucedido. Están trabajando, al igual que Auvasa, desde donde hemos iniciado una investigación interna», explica Fernández.

El chófer pidió la defensa jurídica por parte de la empresa, pero según informan desde la compañía, «se le ha denegado porque le hemos abierto un expediente disciplinario. Lo que ha pasado es muy grave, al igual que maniobrar de esa forma con un vehículo que pesa doce toneladas poniendo en peligro a un viandante y generando además daños materiales como es el caso, cuyas tareas de reparación de chapa y pintura costarán unos 800 euros», añade el gerente.

José Luis Gato denunció los hechos, tres días más tarde, el pasado 7 de junio ante la Policía Nacional en la comisaría de Delicias, para notificar las lesiones que había sufrido en el accidente, los daños en su coche (en la ventanilla y la puerta) y en la pertenencias que llevaba encima (ropa, móvil y reloj). «La investigación de los hechos permanece abierta y esperamos que no se repita acción similar», finalizan desde Auvasa.