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La marcha contra el cáncer de Valladolid, se ha convertido en un símbolo de esperanza y unidad en la lucha contra una de las enfermedades más desafiantes de nuestra época. Son muchos los que hacen enormes sacrificios para no perderse esta gran cita. Ejemplo de ... ello, son las hermanas vallisoletanas Raquel y Marga, que nunca faltan a esta caminata. No tienen pereza para desplazarse cada año desde Asturias, donde viven, hasta su ciudad natal, para reunirse con sus padres y hermanos y andar unos kilómetros por una buena causa.
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«Nos encanta venir. Esto es algo que nos afecta a todos y por eso no fallamos», indican ambas. «Este año, nuestro padre se ha desanimado un poquito por la lluvia y ha preferido quedarse en casa. Pero nuestra madre, que es una 'todoterreno', aquí está con nosotros la primera. Además, también viene acompañada de su nieto y está encantada», dicen las hermanas Prieto.
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Laura Negro
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Les encanta el ambiente que reina entre los participantes y, sobre todo, pasar el día en familia. «Nos hace sentirnos bien. Colaboramos con una buenísima causa y a la vez nos lo pasamos en grande. ¿Qué más podemos pedir? Además, al finalizar, solemos juntarnos con nuestros tíos y primos, que también la realizan por su cuenta», comentan. «Ésta es la marcha más grande de España y cada año venimos con la esperanza de superar al año anterior. El cáncer es un problema de todos. Hemos tenido algunos casos en la familia y si nuestra presencia sirve para contribuir con la investigación para erradicarlo, pues estamos felices», concluyen.
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