El año más luctuoso del siglo XXI aumentó un 13% el trabajo de los forenses

Un aumento en las estadísticas que también se refleja en la memoria anual del Instituto de Medicina Legal al crecer un 13% las muertes investigadas respecto al 2021. De 245 a 278. Ese mayor trabajo de los forenses viene reflejado principalmente en las muertes naturales informadas que prácticamente se duplican en un año. Asimismo, las autopsias suben de 161 a 178, con una muerte violenta informada más respecto al año anterior.

El 2022 empezó con el caso de la joven de Traspinedo. Allí desapareció en la madrugada del 13 de enero Esther López, de 35 años, cuyo cuerpo fue localizado el 5 de febrero, después de semanas de búsqueda, en la cuneta de la carretera que conduce a la localidad en la que vivía. El caso continúa abierto sin esclarecerse y con varios investigados.

Días más tardes, el 9 de febrero, en Medina del Campo, un hombre acabó con la vida de otro, Borja, de 37 años, a cuchilladas. El sospechoso fue localizado unas horas después escondido en una cuadra.

La crónica negra en Valladolid solo acababa de empezar, por mucho que llegaran unos cuatro meses de tranquilidad. El 30 de junio, en la calle Siglo de Oro, un menor acabó presuntamente con la vida de su madre, Eva María Sánchez Villarreal.

Unas pocas horas después del crimen en La Rondilla, la crónica negra saltaba a Santovenia de Pisuerga. Un hombre de 46 años acabó presuntamente a tiros con un rifle con la vida de un vecino, Dionisio, y del teniente coronel Pedro Alfonso Casado. Este último era el jefe del equipo de negociación que intentaba que el sospechoso, atrincherado en una vivienda, se entregara.

En La Cistérniga, el 1 de agosto, se engrosó también la lista de homicidios. Ocurrió en las inmediaciones del antiguo mesón La Tía Pepa, donde perdió la vida Brayan, de 27 años, de un disparo en el tórax. Los autores lograron huir en un coche, aunque finalmente fueron detenidos en septiembre tras esconderse en Salamanca.

Sin que la provincia se recuperase, el 13 de agosto tuvo lugar el triple crimen de La Rondilla, en la que en dos escenarios diferentes, el presunto autor, que días más tarde se suicidó en la cárcel, acabó con la vida de Juan Carlos Palomino, Eva María Asensio y María del Carmen González, estas dos hija y madre. Sus cuerpos aparecieron calcinados al registrarse sendos incendios en los dos domicilios de La Rondilla.

Muertes, todas ellas, investigadas por los 34 trabajadores del Instituto de Medicina Legal en Valladolid. Entre las muertes autopsiadas, las violentas centran la investigación forense, con los accidentes casuales en primera posición (43 hombres y 15 mujeres), seguidos de los suicidios (37 hombres y 18 mujeres). Completan este epígrafe las nueve muertes homicidas (en estas estadísticas sí que está incluida la de Esther López) los accidentes de tráfico (5) y los de trabajo (21).

Por su parte, el grueso de las autopsias se centró en las muertes naturales, entre las que se incluye por ejemplo la de Antonio Torralba, el vecino de la calle Bailarín Vicente Escudero que fue hallado después de cinco años fallecido en la casa en la que vivía. La autopsia certificó la muerte natural un lustro después.

Las muertes accidentales también tuvieron su auge en 2022 respecto al año anterior al crecer de 76 a 84. Las caídas desde el mismo nivel lideraron las cifras con 29, seguidos de los accidentes de tráfico (21) y las precipitaciones (14). Un apartado en el que se incluye, por ejemplo, el accidente del ultraligero en Villamarciel en diciembre de 2022 en el que viajaban dos ocupantes. El cuerpo de la mujer fue hallado al día siguiente por lo que se engloba en este apartado, dejando para los números de la próxima memoria anual la del hombre, hallado los primeros días de este año.

Las tres muertes por asta de toro en 2022 en la provincia vallisoletana se reflejan también en este apartado. La Seca fue escenario de dos: Óscar Rodríguez (1 de mayo), Juan Ramón Rodríguez (9 agosto). Agustín García (18 noviembre) murió una semana después de ser herido en Medina del Campo. A estas se suma la embestida de un carnero a un hombre del municipio soriano de Covaleda. Fue trasladado a un hospital vallisoletano para fallecer en la provincia días después.

Asimismo, entre las muertes naturales informadas lideran las causadas por problemas de corazón.

Pero no solo las muertes han sido motivo de estudio dentro del Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses, con reconocimientos de lesionados en accidentes de tráfico y agresiones entre otros aspectos, así como informes psiquiátricos con internamientos (500) e imputabilidades (377).

Un trabajo que se extiende también en la asistencia a juicios ordinarios (559) y rápidos (48) -apartado en el que no se incluye los de violencia de género- o sobre actuaciones de las unidades de valoración forense integral en violencia de género y doméstica. Los médicos, en violencia de género, participaron en 157 asuntos penales, trece informes integrales y 17 imputabilidades, mientras que la violencia doméstica se dividió en 71 casos en adultos y cinco en menores. Todo ello derivó en 54 citaciones a juicio.