Valladolid

Los andamios cubren la sede del Banco de Santander para la restauración de su fachada

De vuelta al edificio de la entidad bancaria, la instalación del andamio es el paso previo a las labores de limpieza y restauración que se llevarán a cabo en la fachada del edificio. La propia estructura del andamiaje se eleva desde el suelo de la Plaza Mayor, donde también se han cerrado varios metros de acera bajo el edificio para realizar la actuación y que restringen el paso por los soportales inferiores del mismo. Entre los andamios, que por el momento no cuentan con mallas protectoras, se han dejado tres bocas de acceso a los soportales del edificio, por donde se permite el acceso peatonal, uno desde la calle Manzana, otro desde la plaza del Corrillo y un tercero desde el frontal de la estructura. También se han dejado liberadas las dos entradas a la sucursal bancaria.

Así, la sede del Banco de Santander en la Plaza Mayor de Valladolid vivirá una rehabilitación después de ser uno de los últimos edificios del entorno en rehabilitarse para adquirir el reconocido color rojo almagre que ahora es seña de identidad del conjunto de la plaza. La pincelada final en el retoque de las fachadas de los edificios comenzó en verano de 1997, mientras que en este bloque se retrasó debido a la propia estética y a los elementos que el inmueble presentaba en su portada, acabada con losetas blancas. Algo que todavía se puede observar en la parte superior de la misma y donde se encuentra el letrero de la institución bancaria. La dificultad, más un tema técnico que otra cosa, radicaba en que había tres sistemas para pintar esta fachada y la de otro edificio situado frente al Consistorio, que tenía los mismos elementos de piedra. Entonces, el Ayuntamiento barajó retirar las placas, aplicar estucado o pintar directamente sobre la propia piedra. Al final el resultado fue el actual, como ocurre también en el edificio del teatro Zorrilla y en el ubicado entre las calles Pasión y Calixto Fernández de la Torre.

Además, en 2007, el inmueble pasó a ser propiedad de dos sociedades del grupo Pontegadea, ligadas al dueño de Inditex, Amancio Ortega. Fue una operación del propio Banco Santander en varias capitales de España, cuando vendió diez inmuebles en diferentes lugares emblemáticos del país al empresario, quien las compró por un total de 458 millones de euros. El bloque, que data de los años sesenta o sesenta, como se desprende de su característica estética -tres pisos en rojo y un cuarto en piedra-, comenzará la renovación y limpieza de su fachada durante las próximas jornadas, una vez finalice la instalación del andamio.

El del Banco de Santander no es el único edificio emblemático de Valladolid que afronta una rehabilitación este año. Junto a este también se añaden otros como el palacio de Santa Cruz, donde las obras para restaurar la fachada comenzaron en enero con una duración de ocho meses, por lo que la previsión es que el trampantojo que oculta la portada desde marzo se retire en el próximo mes de septiembre. Cerca de la Plaza Mayor, otro de los edificios que también se mantiene detrás de los andamios es el del Banco de España, que se restaura para frenar el deterioro causado por el paso del tiempo y la polución. Aquí, las obras, la novena gran reforma a la que se somete la estructura y que cuentan con una inversión de 850.824 euros, comenzaron en febrero y se espera que terminen a finales de este año.

Más tiempo se alargarán las obras en el edificio de Hacienda, que todavía permanece con las fachadas cubiertas por andamios y mallas protectoras en unos trabajos que comenzaron en septiembre de 2022 y que se estima finalicen en septiembre de 2025, a pesar de que contaban con una estimación inicial hasta mayo del mismo año.