Valladolid
El Allúe Morer sopla cincuenta velas a ritmo de integración en Delicias

La directora del centro defiende el papel del colegio en el barrio, que cuenta con varios proyectos para los niños vulnerables

Sergio García

Valladolid

Jueves, 5 de diciembre 2024, 20:01

«El colegio ha cambiado mucho, pero sigue ofreciendo una educación de calidad». Es el resumen rápido que hacen dos de las primeras docentes que impartieron clases en el centro educativo Allúe Morer. Se dice pronto, pues han pasado cincuenta años desde que el colegio ... abrió las puertas por primera vez. «Entonces solo era para chicos, el de chicas estaba en el Francisco Zúmel -ahora comisaria de la Policía Nacional en la calle Gerona-. Había más de mil alumnos». Entre el primer equipo docente del colegio estaba Pilar, quien fue profesora de Primaria y de Infantil allá por 1974. «Teníamos siete unidades para los más pequeños, con treinta niños en cada clase. Y si una compañera se ponía enferma o no podía estar, pues juntabas en un aula a todos, porque entonces desde la administración no se cubrían las bajas», relata. Ahora, la situación del centro es bien diferente. «Hemos tenido una trayectoria variopinta, desde esos picos de alumnos, hasta la actualidad. Como veis, hemos cambiado mucho, y ahora el colegio se ha adaptado a la realidad del barrio. De lo que estamos orgullosos», ha expresado a los antiguos docentes y alumnos la directora del centro, Henar Rubio.

Ella ha sido la encargada de ser la maestra de ceremonias durante el acto de conmemoración del medio siglo de vida del colegio. Lo de este jueves ha sido el colofón final, pero las actividades se han sucedido durante toda la semana. Que si un concurso de carteles, una línea temporal de la historia del colegio, una exposición de fotografías y de objetos escolares antiguos o la redacción de un periódico especial con motivo de la efeméride. «Esta es una actividad que hemos iniciado este curso, cada mes publican uno con noticias y entrevistas. Lo hacen ellos en los recreos, en su tiempo libre», explica la directora. Un proyecto de tantos.

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El día grande ha sido el jueves. Y la jornada ha estado protagonizada por una de las señas de identidad del colegio y con uno de los proyectos de integración insignia del centro, que tiene como protagonista la música. La orquesta In Crescendo, formada por profesores y alumnos, han sido los encargados de amenizar el acto, que también ha contado con interpretaciones musicales de miembros del equipo docente y administrativo del colegio. «Esto es lo que pasa todos los viernes aquí. Hoy es una pequeña muestra», apunta la directora, mientras los alumnos se preparan para tocar.

Todo ello se ha realizado dentro de la sala polivalente del colegio, que no siempre tuvo este uso. «Esto antes era el comedor, y la cocina estaba justo ahí», apunta una de las veteranas profesoras mientras señala a una puerta donde ahora se lee 'AMPA del colegio'. También se acuerdan del conserje que daba la bienvenida durante los primeros compases educativos en el edificio. «Don Julio, siempre muy elegante. Cuando la gente entraba le confundían con el director». Y entre memorias y conversaciones plagadas de recuerdos quizá olvidados ha transcurrido el acto.

Los niños del colegio han redactado e impreso un periódico y también han hecho chapas y pegatinas con el cartel que ha ganado el concurso por los 50 años del colegio. Durante toda la mañana han ofrecido a los docentes y antiguos alumnos sus creaciones, que tenía un coste de un donativo de un euro. Todos los fondos recaudados irán a la asociación diabetes 0. Y sí, la realidad del centro ha cambiado durante estos cincuenta años. Pero si algo tienen en común Pilar y Sofía, esas dos profesoras que estuvieron durante los primeros compases del colegio, es sabiduría. «El cole está como nunca», coinciden.