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El catedrático de Inmunología y director del nuevo Vicerrectorado de Innovación Docente y Transformación Digital de la UVA, Alfredo Corell, ha participado junto a una ... treintena de profesionales sanitarios y docentes universitarios en la elaboración de un documento con recomendaciones y nuevas medidas en la estrategia española frente al coronavirus. En ese documento piden abandonar la estrategia de convivencia con el virus para pasar a otra basada en la prevención y la acción.
–¿Cómo surge esta iniciativa?
–A raíz de la propuesta de César Carballo, jefe del Servicio de Urgencias en el Hospital Ramón y Cajal de Madrid, él lo habla con el profesor de virología en la Universidad Autónoma de Madrid, José Antonio López, y con el jefe de Infecciosos del Ramón y Cajal, Santiago Moreno. Ellos hicieron un documento inicial de propuestas que nos lo pasaron para que hiciéramos modificaciones y contrapropuestas, y una vez hecho el borrador definitivo, sobre finales de julio, nos lo pasaron a un grupo de más de 30 profesionales de distintas ramas de la salud y expertos, como el exministro Miguel Sebastián, Juan José Badiola, Adolfo García Sastre o el director médico del Hospital Clínico de Madrid, Julio Mayol, para que dijéramos si esos indicadores se deberían potenciar o no y hacer comentarios.
–¿Qué resume el documento?
–El objetivo es pasar a tener una estrategia más activa. La estrategia actual de las comunidades es un poco de convivencia con el virus y nos ha llevado a las medidas de protección (mascarillas, distancia de seguridad, higiene), pero estamos viendo que no son suficientes. Es una propuesta más de paso a la prevención y a la acción, ir a por el virus para intentar que no se disemine de la manera tan rápida que lo está haciendo.
–Se ha dividido en cinco subtipos de recomendaciones...
–Sí. El primero es la prevención de contagios mediante mascarillas, distancia física e higiene. El segundo viene por el rastreo, el número de rastreadores es insuficiente porque debería haber un rastreador por cada 4.000-5.000 personas. Y planteamos también otro rastreo, el de las aguas fecales, donde, si se detectan restos del virus, puede ser previo a que se encuentren en una localidad o en un bloque de viviendas. El tercer bloque de recomendaciones van asociadas al uso de la tecnología, con 'app' de rastreo y seguimiento como la que ya se ha puesto en uso, pero con un uso mucho más masivo, porque nos puede ir retransmitiendo en directo los contagios y estar en contacto con las personas. También asociado a la tecnología, proponemos una única base de datos, una base de datos central donde estén todos los datos de las comunidades y que se pueda hacer un seguimiento día a día con una base fiable. Esto es importante, porque la dispersión en las comunidades hace que sea muy difícil su manejo. También este rastreo se ha definido que mejor sea en las áreas básicas de salud como unidad, que Castilla y León lo tiene desde el principio muy bien definido. El cuarto subtipo hace referencia a los kits de diagnóstico y sobre todo a la PCR como el test fundamental, que hay que hacerla lo más temprano posible. En estos momentos, en las zonas de brote hay grupos de riesgo, como sanitarios o profesores con la vuelta al colegio, pero si la cosa se dispara y se pasa al contagio comunitario, habría que hacerlas masivas y ahí no se descarta que hubiera una unidad móvil del Ejército que pudiera hacer las PCRen aquellos lugares donde hiciera falta hacerla de modo masivo. El quinto grupo de recomendaciones van en la línea de higienizar todos los espacios públicos, tener mucha precaución en la higienización de los espacios y objetos reutilizables en sitios públicos y una cosa que, a mi juicio, es una de las más importantes: hacer una estrategia de comunicación, de información a la ciudadanía muy transparente para intentar detener el virus no solo a través de los medios de comunicación sino también de las redes sociales o videojuegos, para acceder a un público joven.
–Hablando de esa estrategia de comunicación transparente, ¿no debería haberse permitido a los medios de comunicación mostrar imágenes de las UCI de los hospitales para que la ciudadanía se concienciase de los estragos del virus?
–No creo que sea necesario entrar en las UCI, lo que hay que hacer es una campaña de concienciación muy transparente y muy real. La campaña más parecida a lo que yo creo que se debería de hacer es la que ha hecho el Gobierno canario, demostrando cómo se puede contagiar en una comida familiar y cómo esa persona puede acabar muriendo. Abogo por una comunicación integral y transparente que llegue a todos los sitios, porque los jóvenes consumen videojuegos, Youtube, redes sociales....
–¿Cómo ve la evolución actual del virus en España?
–Nos está preocupando porque, aunque se esperaban brotes al final de esta primera ola o principio de la segunda, porque no sabemos si es el final de una o el inicio de otra, se están produciendo con más intensidad y descontrol de lo que se suponía. Han fallado probablemente dos estrategias. Una es el rastreo, que se están escapando los casos porque la gente no se deja rastrear, por la gente que, aunque es positiva, no se confina porque falta mucho personal sanitario para hacer el rastreo. La segunda línea que está fallando es la responsabilidad de la ciudadanía. Igual que durante el confinamiento todo el mundo respondió de un modo ejemplar, ahora no. España es un país de mucho turismo, de mucha socialización, de mucho abrazo, de mucha llegada de temporeros en la época de la recolección, tenemos una idiosincrasia que nos hace un poquito distintos de otros países y probablemente juntando nuestros fallos más esa idiosincrasia, estemos como estamos.
–Vamos, que queda coronavirus para rato...
–Sí. Lo que este proyecto pretende es detectar el virus lo antes posible porque cada ingreso en el hospital será un fracaso. El objetivo final es reducir la saturación de la salud especializada desde el punto de vista preventivo. Estamos viendo que esta gestión comunitaria hace que tengamos 17 gestiones distintas y falta un poco de coordinación y adelantarse a los acontecimientos. La propia preparación de la vuelta a las aulas estamos empezando a verla ahora y se tenía que haber empezado a hacer hace meses con un sistema como este, cogiendo a expertos en docencia, salud pública y epidemiología y empezando a diseñar cómo volver a las aulas. Ahora las comunidades parece que están reclamando volver al mando único por una homogeneidad de criterio, cuando antes no lo querían.
–¿Cree posible que pueda recuperarse la vieja normalidad?
–Este virus probablemente acabará incorporándose como un virus más de nuestro panorama catarral, y cuando tengamos conocidos los tratamientos para abordarlo de un modo precoz y la vacuna para prevenirlo en los grupos de riesgo, podremos convivir con él de un modo más normal.
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