Pelea multitudinaria en Valladolid

«Agredió a mi amigo en cuanto leyó 'antifascista' en su camiseta»

«Evidentemente, la agresión tuvo un componente ideológico. La única conversación que tuvimos en el bar fue con alguien que se acercó a mi amigo por detrás. Le cogió la camiseta y le dijo en tono irónico que era muy bonita. En cuanto confirmó que ponía 'antifascista', le empezó a agredir. Ni siquiera tuvimos un momento de discusión con ellos, ni de intercambiar palabras feas. Fue una agresión por la espalda a mi amigo y después a mí cuando le intenté defender», explica este hombre, que es delegado del sindicato Comisiones Obreras.

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Según afirma, al ver como estaban pegando a su amigo, trató de mediar, pero sus intentos fueron en vano. «Le empezaron a dar puñetazos y patadas. Intervine y me intentaron agredir también. Fue todo muy rápido. Llegó el portero y le intenté explicar que nos estaban agrediendo a nosotros, pero me echaron fuera con todo el resto de personas. El portero me dejó vendido en la calle y allí me empezaron a pegar entre varios», relata el agredido, al que se le escapan algunos detalles de lo sucedido. «No recuerdo ni si lancé algún puñetazo. Me da la impresión de que no me dio tiempo ni a reaccionar». Cree que las grabaciones de las cámaras del local y de la calle pueden ayudar en la investigación de la ocurrido. «Si se rescatan las imágenes del bar o del parking de la facultad de Derecho, ahí se va a poder ver lo que pasó. Así se esclarece esto en tres segundos», incide.

Lo que sucedió, según la versión de este hombre, es que una vez que les echaron del local, varias personas le agredieron sin piedad. «Me estuvieron dando patadas y puñetazos en el suelo. Tengo hematomas por todo el cuerpo, un derrame en el ojo que me ha dejado algo de sensibilidad a la luz y una contractura en el cuello que me impide dormir bien», explica. «Lo que más me preocupa es lo del ojo», recalca con preocupación.

¿Y quién puede ser capaz de agredir a alguien de una manera tan brutal? El agredido no tiene una respuesta concreta a esta pregunta. «Una de las personas que identificó la Policía iba con estética de extrema derecha», asegura este delegado sindical, quien afirma que lo que les ha sucedido a él y a su amigo el martes no es algo puntual. «No son hechos aislados. Según han descrito asociaciones y sindicatos, en los últimos meses se han producido este tipo de agresiones», explica. En este sentido, cree que estas otras agresiones a las que hace referencia no salen a la luz porque los que las sufren temen represalias. «Nos da miedo que esto no llegue a nada y que expongamos nuestra persona a estos grupos de extrema derecha, que en el último año han agredido a unas cuantas personas y que muchas de ellas no han denunciado por el temor a exponerse». Afirma no tener nada en contra del local en el que se produjeron los hechos. «Es un bar que está cerca de la Catedral, al que a veces voy y otras no. No tengo ningún estigma contra este local», concluye.