A preguntas de la fiscal del caso, Carmen Muñoz, los peritos forenses han explicado que en la escena del crimen apareció el cuerpo de María Aguña boca arriba, con la cabeza envuelta «con múltiples vueltas» en cinta americana y también cubierta la boca con ella, que le tapaba también parte de las fosas nasales. «la cinta estaba muy apretada e indudablemente le dificultaba la respiración», ha señalado la forense. La causa de la muerte, han afirmado, fue la sofocación, el estrés físico y psíquico por los golpes recibidos y una insuficiencia cardíaca aguda.
Hemorragia
La mayoría de las lesiones en la cara y cabeza no fueron letales, ha subrayado su compañero firmante del informe, pero sí muy grave la hemorragia craneal sufrida, probablemente, como resultado de los golpes en la cara y el zarandeo violento. Esa hemorragia hubiera necesitado tratamiento hospitalario de varias semanas.
No obstante, María padecía una patología del corazón que no se trataba, hipertensión, lo que habría precipitado el fallecimiento. «Efectivamente, tenía más papeletas que otra persona con el corazón sano. Pero lo que determina la muerte es la sofocación y el estrés físico y psíquico, ellos son los que precipitan la insuficiencia cardíaca aguda«. Su patología crónica no conllevaba riesgo de muerte súbita, concluyen los peritos. »Una atención sanitaria en ese momento podría haber evitado el fatal desenlace«.
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.