Valladolid

Adiós al histórico empresario Jesús Soler Martínez, nieto del fundador de tiendas Soler

Entusiasta, comprometido y profesional, Jesús Soler Martínez inició su carrera profesional en 1972. Puso en marcha entonces, junto a sus hermanos, el Caballo de Troya, una galería de arte, tienda de ropa y taberna en donde asumió la gerencia. «Compaginó sus estudios en el Colegio Lourdes y luego Peritaje Mercantil con el trabajo en la empresa familiar», se apresura a decir Manuel, al tiempo que resume el compromiso de su hermano con su familia de la siguiente manera: «En 1982, tras la muerte de nuestro padre, se incorporó al Consejo de Administración de Metales Extruidos».

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Perteneciente a una familia de larga tradición empresarial (su abuelo, Manuel Soler, fue quien puso en marcha la tienda Soler en 1946 junto a su padre, también llamado Jesús), Jesús Soler Martínez era un hombre carismático, extremadamente trabajador y amante de los encuentros sociales. «Cultivaba relaciones en todos los ámbitos sociales de la ciudad», precisan sus amigos.

Fueron sus hermanos Manuel y José Luis quienes se hicieron cargo de Soler en 1985. Se quedaron solos al frente de la actividad hasta que bajaron la persiana definitivamente en 2013. Pero, mientras tanto, él seguía innovando, emprendiendo, en busca de nuevos negocios o de ampliar las posibilidades en los que ya tenían en marcha.

Así, en 1985, decidió, junto a su familia, que el Caballo de Troya, «edificio emblemático de la ciudad», pasara a ser un «referente hostelero» y encabezó un proyecto en el que se asoció con los propietarios del restaurante Santi, de la calle Manzana. Pero no se quedó ahí. «A su vez», junto a un grupo de amigos «emprendió más negocios relacionados con los áridos y la maquinaria de obras públicas».«Unía a estos grupos en torno a la mesa del Caballo de Troya, en unas comidas cuyo postre favorito era una partida de cartas llamada 'tute cabrón'», rememoran.

Familiares, amigos y excompañeros dieron su último adiós a Jesús Soler Martínez el pasado día 18 en la iglesia de San Lorenzo de Valladolid capital. Descanse en paz.