Achicar el aparcamiento de La Victoria en Valladolid costará 19.000 euros y casi dos meses

Aunque los informes técnicos aseguran que este enorme cajón soterrado con 287 plazas, y ahora anegado, no supone un peligro para la plaza o los edificios, el Consistorio ha optado por acometer esta operación. Cuestión de prevención y de devolver la tranquilidad a los vecinos. El presupuesto alcanza los 19.000 euros y los trabajos se prolongarán durante, al menos, sesenta días. «La evacuación de aguas freáticas es, obviamente, la parte más importante del contrato, pero también hay que actuar sobre las líneas eléctricas y las bombas de extracción», explica el concejal de Planeamiento Urbanístico, Manuel Saravia.

Primero habrá que evacuar el líquido, que cubre los tres sótanos hasta una cota situada a dos metros bajo la calle Dársena, y, una vez despejado el estacionamiento, se retirarán los lodos y la suciedad acumulada. Esta labor tendrá una duración de casi dos meses, en los que se desaguará a un ritmo de 1,5 litros por segundo para evacuarla en el colector de la calle antes citada. El Ayuntamiento no podía abordar por sus propios medios esta intervención a través del servicio de Bomberos al requerir de una maquinaria especializada.

Una vez completado el achique, los técnicos deberán evaluar entonces el estado de esta infraestructura bajo tierra antes de tomar una decisión sobre su reutilización en un futuro. Se instalarán nuevas bombas y se reparará el montaje eléctrico. También está previsto habilitar un sistema de teledetección ante un corte de suministro que pudiera afectar a esas bombas. Este enviará una señal a un teléfono de contacto para solucionar la incidencia y evitar que puedan volver a producirse inundaciones desde el freático. Estas obras tienen un periodo de ejecución de otro mes.

Que hay necesidad de plazas para coches en La Victoria está claro. Que este sea el espacio para solucionar el problema es otro asunto. El estacionamiento, excavado por la empresa Teconsa e inaugurado en 2011 por León de la Riva, presenta algunas anomalías en su construcción. Las inundaciones han sido continuas hasta el punto de ordenar su cierre en varias ocasiones hasta que en 2016 se clausuró definitivamente y el Consistorio recuperó la concesión. Ahora habrá que estudiar a fondo su estado tras las constantes incidencias y decidir si se reabre.

En el año 2011, por una plaza a cincuenta años en el estacionamiento se pedían entre 14.400 y 15.600 euros. Esos precios y la fórmula de concesión a medio siglo retrajeron a los potenciales clientes y dejaron la ocupación en mínimos. No se llegaron a colocar ni una decena de espacios.

Un estudio encargado el pasado mandato por PSOE y Toma la Palabra para analizar la viabilidad del estacionamiento estableció que lo máximo que se podía abonar, tras un análisis de la oferta privada en el barrio, eran 7.302 euros por un puesto en propiedad y 37 euros para aquellos que optaran por la fórmula del alquiler, antes no prevista.