Valladolid

Las aceras y los jardines de Juan de Austria crecen para evitar los daños de las raíces

Allí, a causa de los adoquines levantados por las raíces de los árboles y del «escaso crecimiento» de los mismos, fueron talados una veintena de ejemplares a mediados de enero, toda la hilera completa del tramo de doscientos metros que parte de la salida del puente, del lado de la calzada. Y desde aquel 15 de enero, en el que comenzaron las obras para reurbanizar todo el entorno y renovar su firme irregular, permaneció cortado un carril para los vehículos, que se reabrió finalmente el pasado viernes (14 de marzo) por la tarde, y también se cerró por tramos la acera y los cruces hacia Ultramar y el espacio central de la propia plaza. Todos ellos ya están reabiertos a falta solo ya de la colocación de media docena de bolardos en torno al acceso al aparcamiento de mercancías del centro comercial.

Los trabajos, en los que se han invertido 75.000 euros, han alcanzado así al tramo lineal completo de 250 metros de la acera que parte del puente hasta justo después del citado acceso al subterráneo de El Corte Inglés. Los peatones, por un lado, han ganado espacio peatonal al ampliarse las aceras hasta el borde mismo de la calzada, una vez eliminada la citada hilera de árboles, y los jardines de la parte de la plaza que mira a las piscinas municipales han crecido ligeramente al integrarse en ellos el arbolado existente (de esta lado sí se han respetado los 29 ejemplares existentes), que antes también estaban levantando el adoquinado de la acera al estar plantados en pequeños alcorques y que ahora, al ampliarse la zona de césped, forman parte del propio jardín.

La intervención ha supuesto la renovación completa del irregular firme de adoquines de toda la acera, en la que los peatones cuentan ahora con 2.3 metros de ancho en todos los puntos y, eso sí, las farolas, entre las que antes se intercalaban los árboles talados del lado de la calzada, continúan ocupando el espacio peatonal, aunque con su firme adoquinado entre ellas, y ya sin árboles ni raíces que levanten los bloques. En este caso se ha optado por un adoquinado blanco en la parte central de la acera con baldosines rojos intercalados en zig zag y en los bordes de la misma.

Del lado de los jardines, y para conservar el arbolado, se han ampliado los parterres de césped en algo más de un metro de ancho y colocado bordillos para separarlos de la acera. Y en esta última, además, se ha mejorado la accesibilidad de sus dos pasos de peatones (hacia Ultramar y la propia plaza) con la colocación de pavimento táctil en el firme.

La intervención, que por ahora solo ha alcanzado a la acera de la margen derecha (en sentido al centro) de la plaza, ha incluido la remodelación del acceso al aparcamiento de servicio de El Corte Inglés destinada a evitar los habituales estacionamientos irregulares de turismos particulares y, por extensión, de la seguridad vial para los peatones.

Allí también se ha ganado espacio para los peatones al reducir el ancho del vial de acceso al aparcamiento, que ha sido readoquinado debido al mal estado también del anterior firme -en este caso por el continuo paso de vehículos-, y se han colocado dos hileras de bancos en torno a dicha entrada, cinco por un lado y cuatro por el otro, para crear una suerte de pasillo para los vehículos mucho más estrecho que el que existía antes e impedir así los estacionamiento irregulares en este acceso regulado por un vado y que atraviesa un espacio semipeatonal en el que evidentemente está prohibido aparcar.

En la entrada desde la calzada, una vez anclados ya los nuevos bancos, los operarios tienen previsto colocar este martes tres bolardos a cada lado para marcar el acceso para los vehículos.

De manera que el entorno peatonal que une el puente de Juan de Austria (inaugurado en 1990) y el centro comercial (abierto en 1988) contará desde hoy mismo, una vez concluidas las obras de reurbanización, con aceras más amplias, y sin desniveles, para mejorar su accesibilidad y jardines también ligeramente más amplios. Aunque a costa de la pérdida de una veintena de árboles.

Al otro lado de la calzada, en la que no se ha intervenido, al igual que en las aceras del puente, se mantiene por ahora la doble hilera de árboles de escaso porte.