Un abrazo entre diferentes religiones en Valladolid

Cristianos y musulmanes se acercaron hasta La Rondilla para aprender, unos, y explicar, otros. En un acto acotado a invitaciones, las largas colas para acceder eran una muestra de la importancia. Ya en el recibidor, antes de entrar al acto, llegaban los primeros conocimientos. Dos personas de origen marroquí y afincadas en la capital vallisoletana ofrecían a todos los presentes un té. «Forma parte de nuestra vida», apuntaban mientras explicaban que uno era de menta y el otro, al servile, generaba una especie de espuma que «escenificaba la arena del desierto del Sahara».

En ese hall del centro todo eran saludos y abrazos. Muchos repetían, pero otros muchos acudían por primera vez. «Intentamos que cada año vengan personas diferentes», agrega la coordinadora de Red Íncola, Maru González.

Es ella, antes de empezar, la que desgrana de qué va este encuentro. «Queremos derribar fronteras. Quitar muchos prejuicios y conocer la religión de los otros. En muchos casos la religión es un factor de separación, pero no debería ser así. Hay muchos aspectos que nos unen», continuaba González mientras le explicaba el acto al concejal de Servicios Sociales, Rodrigo Nieto, a la par que saludaba a dos imanes que llegaban en ese momento.

Y fue ese mensaje el que caló durante la tarde de este sábado. Un testigo que recogió, por ejemplo, María Dolores Ordóñez, religiosa de María Magdalena y perteneciente también a Red Íncola. «Es la primera vez que asisto y vengo con la intención de conocer la realidad de este ámbito cultural. Queremos darnos la mano entre dos religiones», recalca desde una de las esquinas.

Tanto cristianos y musulmanes, allí citados, se dieron un figurado abrazo antes de compartir y aprender. Porque, además, este año el mes del Ramadán ha coincidido con parte del tiempo de Cuaresma. «Hay muchas cosas valiosísimas de los musulmanes. La religión islámica procede de la hebrea, con lo cual tenemos el mismo Abraham, el mismo Moisés, el mismo ayuno. Hay un montón de cosas que compartimos: la oración, un Dios único...», detalló Maru González.

Junto a ella, Ghizlane Darkaoui, mediadora en Red Íncola y organizadora del evento, también explicó lo que significaba el acto para los musulmanes. «Nuestro objetivo es dar a conocer qué es el Ramadán a nuestros vecinos y a nuestros amigos. Y además vamos a romper el ayuno (iftar) cuando se ponga el sol. Nosotros siempre lo hacemos, como festejo, con nuestra familia y hoy lo vamos a hacer aquí. Eso va a ayudar también a romper tabúes. Esos, prejuicios y rumores que hay en muchas situaciones», recalcó Ghizlane con un castellano perfecto.

Así que con cuscús, harinas y diversos platos con legumbres el ambiente se animó. «Piensa que no se come nada durante el día, así que necesitamos muchas proteínas para recuperar energía», remarcó la organizadora.

Desde Red Íncola destacan que este tipo de encuentros no solo enriquecen a quienes participan en ellos, sino que también contribuyen a desmontar estereotipos y a construir una sociedad más cohesionada. «Es el cuarto año que realizamos esta actividad, y nuestra experiencia nos dice que es una herramienta clave para romper prejuicios sobre el islam y promover la convivencia intercultural en nuestra ciudad», afirma Silvia Arribas, coordinadora del área de ciudadanía de Red Íncola.

«El conocimiento mutuo es la clave para erradicar prejuicios y construir puentes entre comunidades. La diversidad es una fortaleza. Además, este año, al coincidir con la Cuaresma, la actividad se presenta como una oportunidad para compartir las similitudes y puntos de encuentro entre ambas creencias», prosiguió.