142 misioneros de Valladolid propagan la fe católica por 41 países

El año pasado, desde la provincia se pusieron a disposición de las Obras Misioneras más de 200.000 euros, de los cuales la mayoría correspondían a la colecta del Domund, aunque también existía un grueso importante a través de las donaciones puntuales de los fieles o de las aportaciones de los colegios.

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Una cantidad significativa, que, sin embargo, supuso un descenso de 100.000 euros respecto a las donaciones alcanzadas en 2022. Un descenso que Javier Carlos Gómez, delegado de Misiones de la Archidiócesis, ha vinculado a la disminución de las herencias recibidas.

En total, gracias a otro tipo de colaboraciones y diferentes campañas como la Jornada de Infancia Misionera, que destina los recursos a niños que no tienen lo necesario para vivir, y la jornada de Vocaciones Nativas que centran su misión en apoyar a jóvenes que sienten la vocación del sacerdocio, con una recaudación total de 449.431 euros.

Valladolid contribuye a la propagación de la Fe católica con un total de 142 misioneros repartidos en 41 países, principalmente de África y América del Sur, donde Venezuela con 14 es el país con mayor número de misioneros. Un número de misioneros que supone una decena menos que el año anterior debido a la elevada edad media de los voluntarios, que en muchas ocasiones deciden volver cuando todavía pueden seguir realizando su actividad en España y al número de misioneros que fallecieron en el territorio de la misión. Con una paridad casi total, ya que 75 de los misioneros son hombres y 67 mujeres.

Durante la presentación de la Jornada del Domund, han estado presentes dos misioneros que representan dos puntos muy diferenciados. Por un lado, José Luis Fuente, Salesiano de Don Bosco, que durante más de treinta años ha trabajado en el continente africano. Ahora está de vuelta a España y ejerce sus labores como párroco en una parroquia de Pajarillos.

Por otro lado, Esther Cosgaya, una joven graduada en Educación Infantil que ha estado de misionera en Honduras en apoyo a la labor de las misioneras del Verbum Dei. Una experiencia que ha asegurado «ser muy enriquecedora y que está deseando repetir». Un comienzo de etapa misionera que, como ha recalcado Gómez, representa que «las misiones están muy vivas».